Bar[celo]na, 3 d[iciem]bre de 1824
Mi querida hija: aunque ceparada vives de mi lado no empero de mi corazón, pues sabes que siempre te he mirado con ojos de un cariñoso padre. Y así es que al regreso de Joaquín, tu tío, supe de que te hallabas en cinta, de que me alegré y quería escribirte que devías quitar la leche a Xaviercito o buscarle ama, pero tu última me ha sacado del cuidado y nos ha sumamente alegrado el saber que el niño no lo haya sentido y sea comilón de sopas. Oy, día de su patrón, ya que no puedo darle sus días, le darás un beso por mi y una cucharadita más de sopas, qe. lo merece por el bien que se porta, según me informan quantos le conocen, de lo que tengo una singular satisfacción. Dios os le conserve y bendiga. Al pre[sen]te disfrutamos de salud y nos alegramos hagáis lo proprio. M[emoria]s a Miguel,
Tu padre.