Bar[celo]na, 5 marzo de 1825
Mi querido Miguel: tu carta de 28 febrero último me ha sido de la mayor satisfacción, por ver que te interesas para la Fran[cisque]ta, digna de todo aprecio, con lo que acaba de acreditarme el cariño qe. le profesas, el que no te dudo. Tus deseos son los míos y te los hubiera comunicado si mi desgraciada suerte hubiese mejorado en términos de acordar y, seguidam[en]te, poder cubrir la obligación, pero es tan fatal aquella, que en el día no es posible realisar mis deseos. Sin embargo, esto no priba para asignar la cantidad que le corresponde y firmar las correspondientes capitulaciones matrimoniales, interín que tal vez mejorará mi suerte para poder cumplir como deseo y dessea tu madre y, para ello, sería preciso qe. nos avistásemos en parage cómodo por la distancia de unos y otros, que podría ser en Areñs o en otra parte, y allí mismo realisar y firmar el contrato, que a no haber mediado lo pasado, estariamos ya fuera de este negocio. Siento en el alma haberte de contestar en estos términos, pero tengo el consuelo de saber que conoces nuestra fatal actual situación y que os haréis cargo que dimana de ella y no de poco afecto a la Fran[cisque]ta, que siempre la he tenido gravada en el corazón.
Nos alegramos de que siga el preñado en los términos qe. espresas y más nos alegramos qe. salga felizm[en]te a luz y Dios le conserve.
Pistolet me entregó el dinero del pañuelo y gorro. M[emoria]s a Fran[cisque]ta y a Masip, tu padre.
Fran[cis]co Roig.