Londres, 22 de mayo 1838
Querido padre:
Recibí su apreciable del 20 abril últ[im]o, cuya respuesta debo decirle que sentí en el alma que mis cartas desde marzo le hubiese[n] dado el más mínimo disgusto, porque mi intención no fue otra que hacer conocer a Vd. que deseaba empezar a trabajar a fin de no serle por más tiempo gravoso y, de algún modo, oponerme o destruir sus planes o intenciones, pues [que] en ella decía que estaba pronto para lo que Vd. determinase, [fue]se lo que fuere.
Conozco muy bien los sacrificios que ha hecho Vd. y está haciendo para n[uest]ro futuro bien_estar, para que ni siquiera me haya pasado por la imaginación obrar por mi propio albedrío y, si en d[ic]ha carta hablé más detalladam[en]te de La Habana que de cualquiera otro punto, fue solamente al circumstanciar la conversación que había tenido con este s[eñ]or de Murrieta. En prueba de # y, confirmando lo q[u]e ya tenía a Vd. d[ic]ho, repito que La Havana no es uno de los puntos a que tengo más afición, pero esto no puede en ningún modo servir de obstáculo, porque si es menester sabré sacrificarme el tiempo necesario para obtener los medios [con] que vivir decentem[en]te.
Debo confesar a Vd. que me adelanté en interpretar las pocas preguntas que me hizo el hermano de este s[eñ]or (que si bien se acuerda Vd. fue a los pocos días de haber entrado en este despacho, porque con el conocimiento de las personas y el estado de los # he podido darles su verdadero valor.
No crea Vd. que haya sido por falta de ambición o por descuido [qu]e no he escrito a Vd., que me interesase en alguna de las #ediciones que hace esta casa. Los motivos han sido los siguientes: Primeramente, desde que entré en este despacho solo se ha despachado una que salio de Barcelona a·fines del años pasado para Guayaquil, tocando en todos los puntos de la costa, siendo el capitán y sobrecargo hermano político de estos s[eño]res.
Estas espediciones son el particpación con las casas Heredia de Málaga y Icaza de Guayaquil, por cuya razón, en caso de interesarme, solo sería cediéndome una pequeña parte del tercio que les corresponde.
No sé lo que decir a Vd. en cuanto a ir encargado de una espedición, porque si bien puede efectuarse no lo miro muy cercano, no solo a causa de los asuntos de España, sino también por el estado en que aun se halla sumerjido el comercio a causa de las ocurrencias del año pasado, de las cuales aun no se considera libres, ni las casas de aquí ni las de la América del Norte.
El primero influye porque, siendo cacaos lo que traen de regreso para España, el punto en donde se consume la mayor parte no # en los interesados hacer nada hasta ver en qué para la #.
En cuanto a lo segundo, mejor conoce Vd. sus efectos que yo, sin embargo, le diré que en esta capital es muy poco lo que se hace # Manchester, centro de las fábricas inglesas, hay muy pocas o ningunas órdenes de Norte_américa, tanto que hace tres o cuatro # se decía que no essistía siquiera una. No debe Vd. pensar en esto porque solo son conjeturas mías.
# en lo arriba d[ic]ho solo me refiero a las espediciones, en participación con las mencionadas casas, porque en cuanto a #mar o interesar en otras, nada puedo decir, puesto que no tengo datos.
Con f[ec]ha 25 agosto 1837 escribí a Vd. que, habiendo unos amigos de estos s[eño]res fletado uno de los buques de la casa, para #decir una espedición a Californias y, teniendo bastante # usted con d[ic]hos sujetos, si a Vd. le parecía bien se podía emplear de L. 400 a 500 y, como no he recibido contestación # no lo recibiría Vd.
Respe[c]to a·los # inglés y francés le diré que estoy bastante ecsactitud y, en su estudio empleo todos los ratos que me quedan del despacho, en donde también trato de aprovechar lo mejor posible y seguiré haciendo otro tanto.
D[o]n Cristóval hace unos quince días que no viene al despacho porque ha estado enfermo de bastante cuidado y el sábado pasado se le murió una hija de 3 años, pero él todavía no lo sabe y no quieren decírselo hasta que esté mejor.
Quasi me atrevo a asegurar que los consejos de d[ic]ho s[eñ]or no tuvieron el sentido que Vd. menciona en su apreciable.
Esté V. persuadido que mis deseos no son otros que complacer a Vd. en cuanto dependa de mi, por lo que siempre me encontrará pronto p[ar]a cualquiera cosa.
Se·me·olvidaba decirle que si quiere Vd. interesar en alguna espedición comercial, la que he mencionado últimamente, de cuanto puedo disponer, porque, con todo, son cosas que se hacen en pocos días, puede no diese lugar a una contestación. He oído decir que de Burdeos salen varias espediciones p[ar]a el Pacífico.
Suplico a Vd. encarezidamente no ver tanto en esta como en mi anterior, porque los deseos que tengo de ser útil a mi familia y cumplir mis deberes hacia mis padres,
Disponga Vd. como guste de su hijo que lo quiere, Q. B. L. M.,
José