Madrid, 20 diciembre 1844
Estimado padre: recibo hoy su favorecida y, persuadido de que le asiste a U. la razón para querellarse de mi silencio, no difiero ni un solo correo la contestación. El motivo de no haber escrito a U. en el mes pasado de ninguna manera ha sido ni podido ser olvido ni indiferencia, que yo no puedo abrigar hacia un padre a quien debo tanto, sino la imposibilidad en que me hallaba de dar a U. alguna noticia que le consolase respecto de la colocación de sus hijos. Estoy hace dos meses apurando todos los medios de ponerme en aptitud de optar a alguna de las plazas que se crearán a consecuencia de la reforma administrativa que ha sido aprobada por las Cortes y, de correo en correo, de momento en momento, aguardaba poder anunciar algo positivo y, por desgracia, aun no se ha realizado. Se han cruzado algunas cartas con los Fages y Moner, al efecto de poner en claro mi posición política en el concepto de Calvet y demás diputados y estoy esperando la última carta del primero con recomendación especial para hacer mi presentación.
Los amigos que tengo en Madrid pertenecientes al partido que manda hoy han recibido por contestación cuando se han interesado por mi que no les era posible colocar en un destino cualquiera de importancia, a quien había servido al regente en los dos últimos años, hasta que el partido progresista abandone sus conatos de revolución y que, de consiguiente, calmadas un tanto las pasiones, se pueda precindir de las opiniones políticas para hacer lugar al mérito. Es decir, que en verdad, veo obstáculos a que se me coloque mientras dura la tremenda lucha que hoy agita al partido moderado y progresista y, cómo por otra parte no es posible que por ahora vuelvan a Madrid algunas personas ausentes que me hubieran proporcionado trabajo en negocios particulares, U. puede tenerlo todo en cuenta para darme sus órdenes de colocarme en casa dado que yo no puedo consentir que U. siga haciendo sacrificios para sostenerme en Madrid por un tiempo cuyo fin no se puede augurar. U. resuélvalo entretanto que vienen las cartas que espero de Fages y que hago las últimas diligencias.
No es fácil que U. comprenda el disgusto que me ocasiona la confesión que me precisan a hacer mis circunstancias de no poderme sostener con mi trabajo, después de haber estado mandando una provincia. Otros, es verdad, se sostienen en mi caso escribiendo artículos literarios, novelas, etc. Yo desgraciadamente no puedo hacerlo, porque he tenido que invertir los ocios de mi carrera en aprender geografía, aritmética, gramática castellana y lenguas francesa e inglesa, todo lo cual otros han aprendido en su niñez. No pretendo inculpar a U. por esto, porque es cierto que U. no tiene la culpa de que no se me diera a mi una educación que nadie recibía en el pahís, solo lo indico para·que U. se persuada de los vehementísimos deseos que tengo de trabajar de cualquier modo para no ser a U. gravoso. Sin embargo, desde que estoy en Madrid he traducido del francés dos obritas de corto volumen, por cuyo trabajo no me han pagado más que novecientos r[eale]s. Este año próximo seré nombrado abogado de pobres del colegio de Madrid y continuaré en todo caso defendiendo dos pleitos, cuyo cobro no se puede verificar hasta que se concluyan.
Para el caso que no sea colocado y U. resuelva que no vaya a Figueras, diré a U. mis gastos del año 45. Cuarenta duros al mes he de gastar, y no se puede vivir con menor cantidad teniendo bufete abierto y teniendo que pagar la contribución que se señale. Yo me prometo ganar diez todos los meses y necesito, por consecuente, el auxilio de treinta, cantidad harto crecida para·que yo me atreva a perdírsela a U. Dispóngome pues a partir cuando U. me lo mande.
Narciso, según las cartas que me ha escrito y lo bien que ha desempeñado un encargo mío, se va haciendo según parece buen muchacho.
A Cándido le escribí lo que debía hacer para·que yo pudiera servirle con buen resultado. Daré también el último paso.
No deja de ofrecer dificultad el cumplir la indicación de U. respecto de Fran[cis]co, sin embargo, no lo olvidaré y, para mayor acierto, dígame U. con franqueza lo que el muchacho sepa hacer.
He recibido la copia de la ejecutoria y espero el diseño de las armas y la copia del árbol genealógico que acredite nuestra descendencia recta y legítima de agraciado d[o]n Miguel Puig.
Su hijo aff[ectísi]mo que le desea a U. las más felices Pascuas.
Aniceto