EPICAT

Fitxa de la carta

De Josep Antoni Pol i Sastre a Jeroni Torrent

Remitent
Pol i Sastre, Josep Antoni
Destinatari
Torrent, Jeroni
Data
29 de març de 1796
Origen
Benecazón
Destí
Sant Pere Pescador
Idioma
Castellà
Tema
Administració
Temàtiques
guerra, procurador
Epistolari
Epistolari de la família Torrent
Fons
Torrent
Signatura
ACAE, Torrent
Suport
Paper
Nombre de fulls
1
Mides
Foli plegat (21 x 30 cm)
Descripció física
Carta sense sobreescrit
Autoria de la fitxa
Javier Antón

Benecazón y marzo 29 de [17]96

Mi amigo y dueño Gerónimo Torrent: después de saludarte selebraré tu salud, de tu esposa y demás prole (si la hubiesse). No te puedo explicar el sentimiento que reseví quando envié poder a Andrés Pujol, pues me dixeron te havías ydo de St. Pedro con el motibo de estar tu padre de médico, que por acá hai la misma orden de no poder estar dos llegados uno de una facultad y el otro de la otra, pues tenía el concepto hecho de haverte dado poder, que seguramente me prometo que hubieran ydo las cossas de otra manera, por quanto Pujol se fue con la de mis hermanos y, aunque solicité me pusiessen en pocessión, no lo logré y se perdieron ellos y me perdieron a mi en esse particular, que en lo demás, mediante los aucilios de Dios e passado mis carabanas y me hallo de médico, que puedo buscar la vida donde quiera. Lo dicho, fue motibo para no haver querido ir de médico de exército, pues me sobraban proporciones, no obstante de hacerme cargo de lo futuro, pues éste se hubiera despreciado con el objeto de que yba a dar una vista a mi patria (a quien devemos cariño por haver sido nuestra cuna) y haver visto lo poco o mucho que tenía y haverme explicado con mis hermanos, con los más esclarecidos procederes que el amor paternar exige, pero me negaron la obediencia y el respecto, de lo que discurro no lograrían ventaja alguna, pero Dios los bendiga y quedase ese punto a·parte. Ya sabes que los padres somos administradores de los hijos y, por lo tanto, devemos a justa conciencia solicitar lo qe. de d[e]recho les toca, por cuio motibo, no saviendo lo que quedaba por fallecimiento de mis amados padres, de Dios gozen, determiné escrevir al Sr. alcalde (fuesse quien fuesse) y me contextó que fue Josef Vargés, el qual con el motibo de haverle pedido me dixesse a quién pudiera enviar poder, uno de los tres eres tú, de lo que me alegré mucho, por muchos motibos, que será ygnorancia mía el referirlos, cuios motibos me dan lugar a suplicarte si me quieres hacer las diligencias de ver que te reconoscan como mi procurador, arrendando tú la cassa y tierras a sugetos de tu satisfación para·que apercibas los arrendamientos y si precissa enviar poder te lo remitiré, pues es constante me toca de d[e]recho y, sino fuesse tu voluntad, búscame sugeto de tu satisfación o, si lo es Sebastián de Carreras, que es otro de los yncinuados, el mismo que hago memoria que quando era muchacho daba pintas de ser hombre de razón y que el Sr. alcalde no me lo havía de proponer no siendo assí. Otro es Ramón Santamaria, el mismo que se me negó a ello, pues le escreví varias veces para ello y no merecí respuesta, pero discurro no te negarás a ello por mediar las circunstancias que median, cuias pongo por intercessoras, pues hago el concepto no dexarás de tener fruto de bendición, en cuio supuesto saludarás de mi parte, no solo al tronco, sí que también a las ramas, que considerándolas como cossa propia y retoños (si no me engaño). De los Calderones, tronco o ramas de mi abuela, no e dexado de tenerlos en mi memoria <memoria>, que de lo que es propio nunca se quita el cariño. No dexarás de enviarme un disseño de las tribulaciones en que os vísteis, pues, aunque ausente, me juzgaba sumergido en el piélago de ellas a ynstancias del amor patriótico, basilando con vuestras eboluciones momentáneas y con las solicitudes que andaríais no sólo en reserbar vuestras vidas y de vuestros hijos, sí que también el onor de vuestras mugeres e hijas, alexándolos de las garras de los malvados terroristas. Sólo tenemos noticia que aunque la miremos con el más largo óbtico del entendimiento, sólo divisamos allá a longe [sic] unos vestigios que salen del panteón de la duda, cuios son los siguientes: que todos havíais desenparado vuestros hogares, que lo más del pueblo lo havían desmoronado, que los santos los havían desarbado y destrozado y la Yglessia hecho pajar y cavalleriza, cuias ocassos me havían causado una contristación inponderable. Por fin espero tu respuesta y que me pongas a las órdenes de tu espossa y pariente mía con la demás familia, etc. Tuio,

Jph. Pol

Sembla que el teu navegador no té soport per visualitzar PDF. Pots descarregar l'arxiu a .