Barcelona, 30 marzo 1845
D. Fran[cis]co Plantés
Amigo y dueño: El pensar que tú estás esperando carta mía y el deseo de saber noticias de vosotros me hace tomar la pluma para que tú te tomes la molestia de consultarme cuando tengas un cuarto de hora desocupado. Me acuerdo aún de lo que me decías con la tuya de que tú no querías sino contestaciones y por esto creo que tal vez estrañas el que yo no te haya escrito desde primeros de febrero; pero sólo quiero que te pongas por un momento en mi lugar y dime, ¿te daría algún gusto el escrivirme si yo no te contestaba? Pues sí. A mí me da gusto poder tener el honor de dirigir a un cuñado que tanto aprecio mis humildes ideas, pero ¿cuánto se aumentaría si tuvieses la vondad de contestar a ellas? En fin, con estas solas palabras, no dudo conocerás mi razón. En ésta tenemos muchas noticias de ladrones, diciéndose que corren algunas partidas por el Ampurdán y que han prendido algún propietario del Cellent. Espero también me darás noticia de cuanto haya de verdad pues aquí estamos gozando de la más perfeta tranquilidad. Nada sé de la quebrantada salud de tu padre, de la del sobrino y de cada uno en particular. Nada sé tampoco de aquella deseada comunión, pues, como hemos pasado Pascua, seguramente se habrá verificado ya. Y, por último, nada sé del casamiento de mi hermano José con aquella señora de Lladó, pues acuérdate de lo que me decías cuando veníamos de casa Plana, que no pasarían quince días sin verificarse el casamiento. Ya ves lo que desea saber con las añadiduras que creas convenientes este tu humilde cuñado, que a todos os saluda y os ofrece su amistad, Franco Moragas P. D. Te hablo del casamiento de José porqué él no me ha escrito desde que estoy aquí y nada he dicho nunca a Joaquín acerca de él y, por lo mismo, ten la bondad de escrivírmelo sin que nadie lo sepa ADios