Mi querido herm[an]o: no escriví el correo pasado porque como hera día de s[a]n Ignacio, vino alguna gente que savían que hera mi patrón y no tuve tiempo sino para poner dos renglones a Enrique, que el 29 havía salido del Puerto para Madrid, en donde le encargavan fuera con la mayor brevedad, cuya orden me mandó, y dice que allí hará lo que pueda en favor nuestro y que su detención será tan corta que quizás volverá dentro diez o doze días, y promete vernos entonces, lo q[u]e yo dudo, pues todos los días ocurren cosas, que no duden apresurará tanto como pueda su regreso y dan por muy seguro el que luego vendrá S[u] M[ajestad] a ver el ex[érci]to expedicionario que deverá estar acampado, y por esto deve estar aquí Enrique muy pronto, y nosotros no sé lo que tendremos que hacer, pero los oficiales deven estar todos reunidos a sus cuerpos, por·lo que Jaime ya se·a hido oy, y me·a dejado para tí la que te incluyo, y lo que a tomado a sido por hacerle urgente falta la ropa de verano que te dice y se la hará en Cádiz, que valen los géneros mucho más varatos que aquí. Esta vez a estado bastante juicioso y ya está echo un segundo comandante, que acaso lo es ya a estas horas en propiedad, pues no savemos por qué otra cosa le podía dar Gayon la enorabuena, lo que no le explicaba por qué hera, pero si sigue como va deverá hacer una brillante carrera, pues Enrique no deja de conocer las buenas calidades que él tiene y por su buen corazón lo aprecia, pues save que en lugar de hacer mal a nadie se expone más bien para favorecer a todos los desgraciados, y como él también lo hacía quando estava en su clase, le gusta mucho el que éste piense así, y el no haverlo dejado volver aquí hasta ahora a sido por el trapillo , que por mí sabía que tenía aquí, y mejor hera el distraerlo de él, pero esto es cosa bien propia en su edad, y no se le puede tachar de un grande defecto y esta vez repito que se·a conportado muy bien y así pido que no le tomes a mal lo que a echo de tomar el dinero, q[u]e en algo tuve que intervenir para que se lo diesen, pues conocí que le hacía falta el ponerse decente, como es regular que esté, y en estas tierras no puede ahorrar para ello comiendo regularmente, esto es, sopa puchero y un principio y veviendo vino en ambas comidas que es renglón carito, y te aseguro q[u]e en esta temporada ésto y el chocolate me costava más de veinte y cinco real[e]s diarios, y sólo les doy una botella diaria a los criados a·la hora de comer, lo que aquí no les da nadie, pero es preciso dárselo a los catalanes que están echos a veverlo, y aquí sin esto nada comerían y se morirían. En fin, Jaime veve no más que una cosa regular, y no juega, que es lo más esencial, pero da a sus compañeros quando los ve en nececidad, y esto lo atrasa para sí, pero ahora están ya allí bien pagados, y esto le ahorra a él mucho. Acuerdate de que es tu hijo y el que más quería su difunta madre, y el que más se te parece. Saludo a toda esa mi amada familia y a nuestra hermana, añádele que tome ésta por propia, que otro correo le escribiré a ella y recibiendo todos exp[resione]s de mis niños, es como siempre tu aff[ectísi]ma y amante herm[an]a,
Mª Ignacia.
[P.D.]
Finas exp[resione]s a todos los conocid[o]s.