Madrid, 6 de d[iciem]bre 1828
Mi querida mamá: siento muchísimo carecer aún de las noticias del q[u]e tanto nos interesa, al paso q[u]e me consta está sin novedad alguna en su destino. Espero con impaciencia saber si te ha mandado lo q[u]e debía a principios de este mes.
Me ha sido mui sensible la desgracia del pobre noy Ferrer, pues jamás hubiera presumido q[u]e un hombre de sus cortos alcances degenerara en loco. De todos modos es un buen padrasto y disgusto p[ar]a su pobre familia, aunq[u]e ignoro si este trastorno comprenderá esencialmente a la Riteta.
En muchos días no se verá el asunto de mi cliente, el q[u]e ofrece un vasto campo p[ar]a la carrera de la razón y de la justicia, objetos q[u]e no debe perder jamás de vista el defensor y p[o]r lo mismo confío más bien en su triunfo q[u]e en mi insuficiencia. S[u] A[lteza] me dispensa sus acostumbradas bondades a las q[u]e procuraré corresponder constantemente.
Bedoya (aquel cap[ita]n q[u]e fue a América de ayud[an]te de Canterac y q[u]e te visitó en Sevilla) está en ésta de brigadier y me encarga mil afectos p[ar]a ti, así como Torrejón, las de Monacho y Cevallos y los tíos y primos.
Abraza a Marianita, saluda a los amigos y dispón de tu amante hijo.
Leopoldo
[P.D.]
El asunto de Geli queda ya despachado p[ar]a Barcelona.