Vich, 30 abril de 1829
Querido Sisonet: por aquella regla de que pecado confesado ya está medio perdonado, debes creer quedas absuelto a·medias por la gravísima falta has cometido con tu silencio para conmigo por mucho tiempo, pero respecto a que estamos en tiempo de perdón, te absuelvo in totum en cuanto a culpa y pena por el espresado delito.
Me complace en gran manera el ver te hallas tan santificado y con tan buenos propósitos, los que deseo sean duraderos, pues como por esperiencia sé que todos los años por el tiempo de la Pascua te oigo las mismas espresiones poco más o menos, titubeo algún·tanto en resolverme a creer que tus resoluciones han de ser duraderas cual dices y yo deseo, pues como tantas veces han resonado en mis oidos iguales o muy parecidas espresiones y luego sin mirarlas he visto varias veces las acciones de vuesa merced, es por esto que no estoy del todo resuelto a creer en este particular. No obstante te deseo la perseverancia en tus propósitos, igualmente que para mí, pues también alguna vez se me ha olvidado el cumplimiento de mi obligación, aunque ya hace algún tiempo que me resolví a fer bondad pero como sola fuga est remedium no siempre llena uno su deber. En·fin, ya que Dios nos da escarmientos en cabeza agena, aprovechémonos de tales avisos y sigamos en adelante el camino de la virtud y penitencia que nos trazó el Redemptor para nuestra felicidad.
Veo que todos vuestros planes teatrales han sido castillos en el aire o sin cimientos, pues que, al más ligero soplo de un usía, todo se ha desvanecido como el humo. No dudo q[u]e el tal será algún usía furriñas . El nuestro está corriente pero, con motivo de las rogativas para los terremotos me pareció regular se cerrase. Lo hice presente y fue aprovada mi proposición nemine discrepante. Con motivo de las desgracias ocasionadas por los temblores de tierra, y a·fin de remediar a aquellas infelices en cuanto sea posible, se ha instalado en esta ciudad, a imitación de la de la corte, una junta para invitar a los vecinos de ésta a compadecerse de aquellos desgraciados y, al mismo tiempo, para el mejor orden y buena recaudación de los donativos de estos habitantes. Te incluyo una esquela de las que se han repartido a estos vecinos. Por ella verás que la espresada junta se compone del obispo, dos canónigos, el governador, un usía y del tesorero de cruzada, que también es usía. Melchor ha escrito desde Valencia algo enmigañado por haber tenido que dejar la preciosa Cataluña. Pone la carta en forma de pastoral y por el estilo brillante que acostumbra, moteja en griego a las valencianas de coquetas, insípidas, fastidiosas, vanas y qué se yo que más dice de aquellas niñas, pero también dice que como no es plato que se cueza para él no le importa se pegue a la casuela. Dice que no hay compañía cómica. En·fin, hace una fatal pintura de todo menos de los paseos que dice son muy concurridos. En reemplazo del 3º nos ha venido el 1ª también ligero. Vinieron con algunos humillos y, en particular el gefe d[o]n Fran[cis]co Warleta . Se les hizo ver que aquí también somos cristianos y sabemos lo que es tropa y que, por fin, estábamos enterados de las obligaciones que nos corre[s]ponden. En·fin, van calmándose y entrando en razón, como es regular. En·fin, tal vez seremos pronto demasiado amigos. El cuerpo es bueno y por el estilo del 3º, pero la música no es tan buena, aunque más suave para el oido.
Es regular habrá ya llegado a vuestra noticia la ya ejecutada nueva división del Principado de Cataluña en cuatro provincias, cuyas capitales serán Gerona, Barcelona, Tarragona y Lérida, independientes una de otra. Si tuviese tiempo te remitiría una copia de una pequeña descripción que tengo acerca la nueva forma de gobierno, pero el tiempo no me lo permite y, por lo tanto, sólo te diré, aunq[u]e con sentimiento tuyo y mío, que nadie podrá ecsimirse de servir los empleos de [la] república, pues no habrá ecsenciones ¡Qué sentimiento para un hombre que cree tener a estas horas estendido su despacho de fiscal! Paciencia y silencio. Me parece que ya te veo baile r[ea]l y con r[ea]l despacho, pues debe haberlos en todos los pueblos que tengan tres mil vecinos y también ha de haber un cierto número de regidores con r[ea]l despacho. No se sabe aún si éstos serán perpétuos o eficaces. Los bailes han de ser sanos y pudientes y qué sé yo que más. Habrá también bailes pedáneos y los habrá de ellos que lo serán en toda la estensión de la palabra, pues en el campo se sueltan muchos cuescos.
A·fe que no dirás que he sido lacónico.
Las hermanas agradecen vuestras esp[resione]s y me las encargan para vosotros con todo af[ec]to. Dalas de mi parte a Dolores y demás y dispón de [tu] invariable amigo.
J[uan] O[liveras]