Vich, 5 octubre de 1829
Querido Sisonet: aunque nada sabemos de positivo acerca la verificada llegada de S[u] A[alteza] en nuestra capital, os calculo a estas horas muy atareados esperando a dichos s[erenísi]mos s[eño]res, pues estrajuicialmente me han dicho que hoy comen en Calella. Creo cierta su llegada a Bar[celo]na, pues sé de positivo que los i[lustrísi]mos regidores y comisionados de aquella ciudad se olvidaron de las bandas. Mataronada, hubieramos dicho en otro tiempo de menos ilustración, pero aora todos somos mataronines en este particular, por lo tanto, callemos y que calle todo el mundo. Espero me dirás si se sabe, poco más o menos, cuando pasará nuestra nueva soberana y dónde van sus a[ltezas] a reunirse con ella, a·fin de hechar mis cálculos ciertos. Todo te estimaré me lo digas a vuelta de correo, pues más tarde seguramente sería ya en vano, porque, en·fin, a la vista nos veremos, si Dios quiere.
Creo que a no tardar muchos días podrás darme un parabién, lo que seguramente te comunicaré de palabra, pero como estoy tan escarmentado, no quiero confiar en nada hasta que lo posea ya, pues tengo siempre presente el refrán que dice, no li digas blat, et[céter]a.
Hoy por penúltima función nos dan los cómicos “La vida es sueño” y la última creo será “Los 30 años de un jugador” . Buena será por última, pues con ella podrá quedar todo el mundo saciado de teatro para mucho tiempo. La compañía sale para ésa entre comida y ambrienta. Te estimaré me tomes un abono de luneta y entrada del banco 3º, 4º o 2º y el nº 7, 8, 9 o 6, es decir, me gusta que esté en el centro para disfrutar de todo lo que hay en el teatro. Si no puede ser de los bancos y n[úmer]os indicados toma el que te paresca mejor.
Mis esp[resione]s a Dolores y demás y dispón de tu sincero amigo.
J[uan] O[liveras]