M[adri]d, 17 de enero 1840
Mi amada Ygnacia: p[o]r la tuya del 29 del pasado veo lo mal q[u]e lo pasas de salud, lo q[u]e siento con todo mi corazón. Yo también continúo fatalísima, contribuyendo a ello el frío exsesivo q[u]e esperimentamos.
Por la adjunta de mi hijo Alfonso te enterarás de todo, cabiéndome a mí el sentimiento de·no haver negosiado tu crédito y el mío quando pude haserlo a el 11. Todos creyeron q[u]e subiría a más y esto me contuvo y lo herré, pues q[u]e considero la falta q[u]e te hase lo q[u]e se pudo sacar por él. P[o]r fin veremos lo q[u]e dan de·sí las cosas de Navarra y Cataluña, y no nos descuidaremos mi Alfonso ni yo si buelve a·tomar alguna subida.
Hace infinidad de tiempo q[u]e no he·visto a·la de Menacho , p[o]r·q[u]e apenas voy a·parte alguna, sino a la iglesia y en casa de mis hijos, pero no creo tenga nobedad porq[u]e se hubiera sabido.
A·diós, mi querida Ygnacia, deseo te mejores de·tus males, cuídate y cree te·ama de corazón tu amante hermana y amiga,
Rafaela.