Madrid, día 22 mayo de 1846
V. + J.
Mis más inolvidables padres míos: no puedo decir a Vs. la estrañada que estoy al ver que no me contestan a·lo que les escriví el día 13 marzo a Vs., juntamente a mi hermano y tamvién al señor don Antonio Oliva, y de ninguno he tenido contestación y tamvién he escrito a·mi hermana, la que tampoco me a contestado. Hoy han venido 2 hermanas y me han dicho que a estado henferma, pero que ahora está mejor, lo que no sé de Vs. si a sido por falta de salut o por aber estado ocupados, lo que les suplico que me escrivan.
El día de la Sanción tube la dicha de resivir el Santo Ávito, juntamente con todas las compañeras del viage y juntamente con otras 4, lo que no savíamos a dónde estávamos de alegría y plaser, lo que pasaremos todo el día de la Sanción cantando de alegría al ver que ya nos avemos despogado de los vestidos de este mundo engañador, pero poco me aprovechará el llevar el Santo Ávito si no va acompañado de las virtudes que nos prescrive nuestro Santo Padre, pues fue su umildad tan profunda que pasando por la calle resivió de un señor una grande bofetada y legos de agravarse se puso de rodillas y le pidió perdón por lo que le avía mortificado<do> a imitación del Señor, que perdonó a los mismos que le crucificaron y, así, les suplico a Vs. que me tengan presente en sus oraciones para que, a imitación suya save yo tratar con mucha caridad y umildad a los pobrasitos enfermos. Por ahora no les pongo mi destino porque no lo·sé, mas cuando me destinen, entonses les escriviré a dónde me tienen de escrivir.
Sin más para ora, resivan tibios afectos de todas las hermanas. Soy de Vs. su afectuosísima hig[a] que de·beras los ama en los Sagrados Corazones de Jesús y Maria,
S. D. P.,
Sor Felipa Salarich
P.D.: Acavo de resivi[r] la triste carta de Vds. Lo que V. me a echo participante de la muerte del tío lo que lo·e sentido mucho más yo. Le doi las grasias de avérmelo escrito, para que yo le encomandaré a Dios en mis tívias oraciones, lo que siento tanto la muerte de mi tío como el desconsuelo de la tía, pero qué aremos sinó conformarnos con la voluntad de Dios. Lo que savemos que todos avemos de morir, prepararnos mientras Dios nos da tiempo, porque no savemos si será hoy o mañana, pero nosotros lo que ninguno se escapa de la muerte. A_diós, a_diós.
Lo que le suplico a V., amado padre, que cuando me escriva tendrá la bondad de aserme memoria de mi hermano, juntamente su mujer, lo que no sé si están incomodados o si están enfermos. Le salude de mi parte, juntamente con la Pepita, a_diós, a_diós.