Dn. Joaquim Salarich
Bar[celo]na
Vich, 9bre 27, 1839
Querido: no fue la causa de no haber recibido tu apreciada el no haber contestado, pues qe. lo hubiera echo si no me hubiese enterado de lo qe. te hablaba en mi última sobre periódicos, sucediéndome lo mismo qe. dices de Roca, qe. no tengo como pensaba otro compañero en ésta y, siendo solo, ya ves cuan caro sería por razón de los portes y aun no sé si hallaría quien me los tragese, porque Manalet, de quien me confiaba, me ha dicho secamente qe. no. Así, por ahora, lo sospendrás hasta nuevo aviso. En ésta son pocos los qe. los tienen, pues qe. todos se cansan del leer y nada saber. De modo qe. me parece será trabajo mal empleado el qe. hagas el folletín qe. intentas por ser como te digo pocos en esta los qe. lo leerán, a más de qe. a mi no me es fácil hacerte una descripción de los modales de Eug[eni]a, porque no viene en la tienda sinó raras vezes y es materia esta qe. ya está, parece, sepultada al olvido.
He tenido proposición estos días de leer otra de las obras de M. de Chateaubriand. Le llamo mi amigo sin conocerle por el mucho gusto qe. me dan sus escritos. Es el viage a la Tierra Santa qe. aun tal vez no habrás leído. Allí verás el cantar de los natches, sentado sobre las ruínas de Esparta y de Atenas, llorando aquellos hombres tan célebres qe. ni las ruínas de su patria han podido borrar sus nombres.
Estrañarás tal vez qe. sea más largo del qe. acostumbro, pero sabrás qe., después de dos días de una densa niebla, me hallo encerrado en un nuevo gabinete, o sea, escritorio, digo nuevo por haberlo echo poco hace y al lado de la tienda, semejante a los comerciantes de esa. Somos a unos tiempos qe. aun los chicos quieren parecer grandes. Así, arreglado al caso está qe. yo sentado dentro mi gavinete parezca como uno no cojo escritor. Sentado me hallo, pues, dentro de mi escritorio sin frío, porque está bien ajustado. Ahora el dolor no me hace mal la ólcera qe. tengo en el pie. Tampoco me duele, y así aprovecho este momento de quietud para contestar a un amigo.
Te encargo una visita a mis parientas y les dirás qe. de cojo aun lo soy, pero qe. estoy alegre y tranquilo. Diles qe. ya pienso estarán quejosas del poco qe. pienso en ellas, pero qe. por esto no sea qe. se olviden ellas de mi.
Basta por hoy. A_diós.
Tu amigo,
Juan Sala
P[ost] D[ata]:
Espresiones de Ramón Le Cordonier.
Nada me ha contestado Compta. Cuando me escribas mándame las cartas por Manalet, qe. es ahora el qe. nos sirve.