S. D. Fran[cis]co Miralles
Madrid, 5 abril 1839
La presente es solo p[ar]a decirte que he recibido hoy tu carta del 27 p[róximo]·p[asa]do, de cuyo contenido quedo bien enterado y sobre el que contestaré.
La cuestión del Sr. b[aró]n [de Meer] y Breton está in statu quo. Sigue la debilidad del minist[eri]o porque a los que le componen les gusta ser ministros y porque cada día puede más la influencia de la camarilla que es toda de Luis Felipe y ese Sr. quiere que en España, como en Francia, la reyna gobierne y reine. Uno de los ministros me dijo el otro día “la cuestión sobre la salida del Sr. b[aró]n de Meer se ha diferido un poco, pero en últ[im]o resultado saldrá de Cataluña” ¡Baldón y mengua p[ar]a un gobierno semejante! ¿Qué quiere decir esto? Ganas de ser ministro.
Yo no he visto hasta ahora ministerio al que se le haya hecho más vigorosa oposición que al presente y, sin embargo, se sostiene y, para esplicar esta anomalía, es necesario atender a la camarilla.
Los ejércitos siguen estacionados. No hay duda que se han hecho gestiones ya sobre el casam[ien]to, que se han pasado notas al Austria y que esto se·debe y huele a protocolos de transacción, cuyas bases cual convienen al decoro e independencia de la nación. No creo que se puedan convinar. El nudo no se puede desatar. Es menester, pues, cortarlo. He aquí la gran diplomacia. Tuyo,
Pepe
[P.D.]: También he recibido el pliego por separado.
[NOTA]: Acusado el recibo en 29 mayo