EPICAT

Fitxa de la carta

De Dolors Salarich i Verdaguer a Bonaventura Salarich

Remitent
Salarich i Verdaguer, Dolors
Destinatari
Salarich, Bonaventura
Data
18 de juny de 1845
Origen
Sangüesa
Destí
Vic
Idioma
Castellà
Tema
Viatge
Temàtiques
ensenyament primari, lleure, religioses, religiositat
Parentiu remitent - destinatari
filla pare
Epistolari
Epistolari de la família Salarich
Fons
Fons Salarich
Signatura
ACOS, Fons Salarich, 80-47-T2-310
Suport
Paper
Nombre de fulls
1
Mides
Foli plegat (21 x 30 cm)
Descripció física
Carta sense sobreescrit
Autoria de la fitxa
Javier Antón

Sangüesa, juni 18 de 1845

V. J.

Al Sr, Buenabentura Sa

Mi siempre estimado padre y señor mío: saludo a Vds. con todo el afecto de mi corazón.

Amado padre mío: acabo de recibir su muy apreciada, fecha del 2 del presente, la qe. a·llenado mi corazón de una suma alegría, el que ya estaba peleando con la tristeza que se asomaba viendo al que tardaba tanto en recibir carta de Ve. <A>Amado padre mío, no·me sufre el corazón tardar<dar> más tiempo a·manifestarle a Vs. el feliz biage que he tenido. Salí, pues, el 19 de mayo de Madrid con otra hermana nobicia. Al pasar por Burgos nos enseñaron la catadral, nos enseñaron la sagristía y el coro tiene mucho que ver. Ay unas alajas muy buenas. Después pasamos a Vitoria y allí pasamos el día de Corpus e[n] el hospital. Está muy bien cuydado por las hermanas. Después pasamos a Pamplona y las buenas herma<n>nas nos recibieron muy bien dos días. Fui·dos veces a·la catedral y el Sr. obispo predicaba y también fui a hacerle una bisita en su casa y manifestó estar muy contento y me ablaba catalán. Por fin el 27 del mismo dejé a mi hermana con·novicia para que pasara a·Los Arcos y yo me vine a ésta a_compañada de la Sra. s[u]p[erio]ra del Hospital de Pamplona. Ya puede pensar Ve. el gozo que tendría yo al llegar a·mi destino y mucho, a más, al ber la alegría y singular afecto que manifestaron mis carísimas hermanas al recibirme, pues son unas señoras muy buena[s] y cariñosas. Me quieren mucho y yo también las quier[o] mucho. La Sra. s[u]p[erio]ra es muy buena y me trata como hija y yo la miro como berdad[e]ra madre, pues el S[eñ]or me a puesto bajo su buen cuidado. Mi amado padre, al llegar a este Sto colegio me alegré mucho al ver del modo que acían el mes de María. Lehían la meditación y después el sacerto sacerdote la esplicaba y, luego después, un niño decía el ejemplo de memoria. Después de aber_lo dicho el sacerdote acía la esplicación y, al cuncluir, diez niñas bestidas de blanco pequeñitas de la escuela, bestidas de blanco, ofrecían un ramo de flores cada una a·la birgen y las demás cantaban unas letrillas muy hermosas. La iglesia es como la de Santo Domingo y estaba llena de jente y adificaba al ber_los con·tanta reberencia y deboción.

Mi·a_mado padre, no puede Ve. pensar lo bien que estoy en esta casa. Ay mucho retiro y buenas instrucciones. Así, por la alma como en lo demás, bajo a·la escuela de niñas pequeñitas a dar_les leccio y me enseñan de escribir y me enseñarán de cuentas. Amado padre mío, por tanto, que·le diga que estoy bien. No le digo la mitad y qué diré a mi a_mada madre. Muchas cosas. Le diría, pero me acontentaré con de_cirle que tenga mucha paciencia con la cruz que el S[eño]r le en da confor_mándose con la divina bolu[n]tad de Dios, pues dice Santa María Madelena de Pacis que·[e]l que se conforma con la boluntad de Dios todos los tra_bajos se·le acen dulces. Yo pido al S[eño]r que le dé paciencia y lo que más le conbenga por su salvación, porque todo lo demás de nada nos serbirá a·la hora de la muerte. Y qué diré a mi querida hermana. Mucho le diría, pero sólo te digo que cuydes bien a los padres en su salud y enfermedades, pues no dejas de saber, her[mana] mía, lo que nos manda el S[eñ]or en el cuarto mandamie[nto] de·la ley de la ley de Dios. Sería nunca acabar si abía de decirle todo lo que deseo. El otro día salí a·paseo y fuimos a·bisitar el primer conbento que fundó en España Sn. Francisco de Asís y bebí agua de la misma fuente que brotó al mismo tiempo que el santo incó su báculo y estube en la misma celda del santo. Amados padres míos, men no·me olbido de u encomendarles a Dios en mis tibias oraciones, porque el S[eñ]or les dé las gracias que nesesitan. Yo las pido, lo mismo a Vd. que no dudo lo arán, porque cumpla bien mis obligaciones y tenga mucho cariño con las niñas.

Mi amado padre, las hermanas me dicen que me en_gordo. Sin·duda, será porque como mucha fruta y nunca abía comido tanto como a_hora. Muchas cosas le diría, pero sería nunca acabar. Concluyo, pues, la presente, disiéndole que, aun_que estoy lejos, me uno con Vds. en el sagrado corazón de mi a_mado Jesús. Saludará de·mi parte a mi amada madre, hermana y a quien pregunte por mi y Ve. recibirá los finos afectos de la última de sus hijas que de corazón le ama y sus manos besa,

Sor Dolores Salarich, sierba de los pobres

P.D.: Me olbidaba de decirle que estudio la gramática castellana. Ya tengo permiso por escribir a los señores de Picó y no tardaré. A_diós, a_diós, a_diós.

Sor Dolores Salarich

Remito a Ve. esta estampa de nuestro santo padre en prueba de mi cariño, porqe. me encomiende todos los días, para que sea huna berdadera hija suya. A_dios.

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