Barcelona, 17 setiembre de 1848
V. J. y M.
Mi muy amado hermano Joaquín: mis ocupaciones no me han per_mitido escribirte antes para darte noticias de mi salud. Me hallo ya mejor, gracias a Dios. Hacen 3 días que no saco sangre por la boca, el otro día me sangraron del pie y a_hora me pongo agua de colonia a la cabeza y me prueba bien.
Tu me dices que escribiste al señor Porta pensando que es nuestro médico y no lo es. El nuestro es Ribot, el hijo. Tu ya le conoces. Si tu nos aconsejaras hacer alguna cosa la Madre ya la haría para alibiarme, tal ya puedes conocer que me aprecia. Pepita ya te dirá cómo estoy. Tengo bastante gana de comer. No te escribo largo por_que quiero enbiar la carta a la señora Baleta, pues porque me ha dicho que mañana sale a las 9. El día 12 del presente salió el cor[r]eo para Canarias. Yo quería escribir a Felipa y no lo hice, esperando que tu me mandaras tu carta. Yo le enbié a decir que el padre, E. P. D., ha_bía muerto y que había recibido los santos sacramentos y nada más.
Di a Pepita que enseñe de andar y comer a mi Benturita, para que ella se engorde y tu enséñale a llamar a la tía do Dolores. Halo reir de mi parte.
Manda como quieres a la última de tus hermanas que de corazón te ama,
Sor Dolores Salarich, sierva de los pobres.
[P.D.]: Recibe los finos afectos de mi Señora Madre y hermanas. A_diós.