Mi querida Margarita: deseosa de saver de la salud de tu madre, hago estas lineas participándote cómo Dios ha sido servido de llevarse para sí una religiossa capuchina y sería conbeniente el q[ue] quanto antes te·dejasses ver por acá y, en casso q[ue] tu madre no esté para poder acompañar, bengas con tu tía Esperanza Gallisans, porq[ue] las monjas desean verte y, aviendo ocasió[n] de vacante y aplaca[n]dosse el rigor del tiempo, parece no se puede escussar. Dale de mi parte muchos recados a tu madre y avíssame cómo lo passa y recibe m[ucha]s memorias de mi hija y de las parientas y quédate me·a [sic] D[io]s q[ue] te·g[uar]de m[ucho]s a[ño]s. Barcelona y feb[rer]o 10 de 1709.