Bar[celo]na y mayo 20 de 1834
Querido Jayme: dos o tres correos hace que recibí una carta tuya, a la cual no contesté al correo siguiente, pero sí el martes 13 de los corrientes, pero, habiéndome equivocado de hora, no pudo marchar y, así, me la volví a casa. El sábado, p[róxim]o pasado 17 la entregué a la criada para·que la llevase al cartero y, así, figúrate la estrañeza que me ha causado la tuya de ayer al ver q[u]e la entregó, pero yo he ido a ver al cartero y de lo que me ha dicho refiero que se le llevó tarde y no pudo marchar el sábado dicho, por lo tanto, si mañana no la recibes será señal que se habrá estraviado.
Desde q[u]e te escribí he visto dos veces a los s[eñore]s de Mas, como igualmente a D. Pepita, la cual está del todo restablecida. Ahún no he visto a su hermano, pues a las noches q[u]e el va a su casa yo estoy un poco ocupado. d[oñ]a Anna [sic] me cuenta mil cosas, pero como habla tanto no hago mucho caso. En mi carta encontrarás algunas refleciones sobre lo que me pedías y escríbeme a correo visto si la has recibido o no.
Dirás a José que he recibido la suya y que contestaré cuando haya hecho tu diligencia. Esp[resione]s a padre y manda a tu hermano y amigo,
J. Riera y Fontordera
[P.D.]: En vista de lo que te digo en mis cartas, me parece que podrás responder ya a la pregunta que se te hizo, pues me parece que es hora.