Madrid, 2 de abril
Mi amadísima condesa de todo mi corasón: ase días que debía aberle abisado cómo ya abía entregado quanto esistía en mi poder del equipaje de nuestro amado Leopordo, que·esté en el sielo, amiga mía. No lo e·echo antes por aber estado el 20 del pasado tan mala que penser espirar por momentos. Me·dio un dolor en·el pecho que·me quitava la respirasión. Se·llamó al primer facurtatibo que se encontró. Me mandó un sinapsismo y me quitó el dolor, pero [he] estado una porsión de dias con calentura y a·dieta rigorosa. Estoy muy débil. Las listas de·la entrega se·las mandaré a·usted. Mucho siento tener que ablarle a·usted de·esto. Se entregó de ello el oficiar del coroner, amiga mía. Creo que se acavó la comunicasión mía con su familia. Yo en nada les e·fartado y ase un si[g]lo que <que> los pies no los ponen en casa. La desgrasia de mi Benito fue bien notoria. Vamos, que bino en los papeles públicos por muerto. Amiga mía, le confieso a·usted con toda la verdad de mi corasón que todos los españoles son mis prógimos <progimo>, pero por desgrasia no les susede a muchos esto. Resiva usted espresiones de Rosario y el corasón de·esta su·amiga, que·[e]s,
Dolores de Menacho