Madrid, 29 febrero de [17]88. Todo faborable.
R[everen]do s[eño]r. y p[adre] mío: después de la salida de nuestro r[everendísi]mo., que fue el 27 de este que aspira, nos hallamos por orden del rey con un pliego serrado que se entregó al g[enera]l, quien dejó recibo para·que lo remitiesse al reverendo provincial y unas copias del pliego, que vino del rey, cuyo tenor es como se sigue:
S[an]t Pedro Nolasco es verdad que fue en espíritu a Narbona y que se dejó ver allá. Murió en Barcelona. Está sepultado donde vivían antes los religiosos de la Merced, esto es, a la mano drecha acia el bajar por la devellada de la Canonge, en la que se ve un portal donde están las armas de la ciudad Merced o barra que llaman de la ciud[ad] o de Aragón. Quando quieran sacar de su sepulcro al s[an]to cuerpo, le hallarán con facilidad, porque el lugar para hallar al s[an]to corresponde en frente el dicho portal acia dentro, a distancia de algunos 14 palmos, después del grupo de la paret, saquen de aquí la tierra, ahon_dando cosa de algunos dies palmos asta encontrar un empedrado o vóveda. Levanten una piedra (en la que se ve gravada alguna figura y las demás que fuere menester), bajen por la escalera que verán algunos 14 codos hasta llegar a una estancia, pues está el s[an]to cuerpo en un nicho escrito por de·fuera, sentado de espaldas al oriente, vestido de cavallero, a·la forma de aquellos tiempos, espada larga, arnés y cerca de sus pies, a·la·mano drecha, hay una redoma o casa semejante donde se hallará también escrito que aquel es el cuerpo de s[an]t Pedro Nolasco. No fue sacerdote, como con error han pensado muchos. Da nota que tubo el p[adre] m[aes]tro. Anglases, del archivo de la ciudad, no sirvio para hallar el cuerpo del s[an]to, porque no le buscavan donde se ha dicho, se ha de buscar haora. La dificultad de sacar ahora el s[an]to cuerpo del sepulcro, puede consistir en los disturbios y pleytos y pretenciones que son de temer en el cabildo, p[adres] <p> de la Mercet y ciudad y, por eso (según lo que se ha noticiado) no es haora tiempo oportuno de sacarlo, pero tal ves se podrá todo precaver, procurando el beneplácito del rey y del Papa y de quien conviniese para buscar al s[an]to cuerpo y trasladarle en la devida forma al r[ea]l combento de la Merced y, si esto tampoco se puede conseguir, el s[an]to dispondrá a su tiempo que le saquen y, assí, téngasse presente para los tiempos venideros esta noticia para mayor gloria de Dios y culto de s[an]t Pedro Nolasco. Santo mío, cuydad de mi alma en vida y recibitlas en la ora de la muerte. Copia fielmente sacada del pliego serrado que vino al rey, puesto por un exjesuita que murió en Ferrara. Su apellido: Pedralbes.