Vich, 4 de julio de 1844
Mi querido hermano: por el carretero Pep recibí la tuya del 1º y, después p[o]r el correo la del 30 p[róxim]o p[asad]o, q[u]e debí recibir por el correo anterior y, sin duda, no se tiró en el buzón a tiempo.
Vuestro equipage ha llegado muy bien, a lo q[u]e parece, pues no·la·[ha]·desenvuelto lo más mínimo, pero p[o]r lo q[u]e he visto, me pareque q[u]e todo habrá llegado bien y me ha d[ic]ho Pep Cadiré q[u]e él tendría cuidado de la casa y q[u]e no había necesidad de que nadie fuese a dormir.
Me complace q[u]e vayas terminando vuestros asuntos y litigios y q[u]e ya puedas recoger la cosecha de casa Amell, pero jamás me has hablado de si recogerías los censos q[u]e van ha vencer del Vallés.
Desearía q[u]e Teresita se aliviase de su indisposición, como ha echo María Antonia, si bien q[u]e luego se cansa, pero yo creo q[u]e es efecto del embarazo.
Ignasio entregó su alma al Criador el martes lunes a las cinco y media de la tarde. Pérdida para mi sensible y q[u]e yo no podré suplir con otro hombre igual.
María Antonia ya os dice la marcha de Luis y Pepito. Así concluyo, asegurándoos os quiere vuestro hermano,
Fran[cis]co