Vich, 9 de oc[tu]bre 1848
Mi amado esposo: me a aflijido en gran manera tu carta, por el fatal estado en q[u]e te hallas de salud y harás muy bien de hacer tener una consulta q[u]e, a·veses, hacen más cuatro ojos q[u]e dos y, ahunq[u]e fuece necesario de ir a ver aquel precidario o fra Gayetano mientres el mal es en sus principios. A·mi me parese q[u]e lo principal es mudar el jenio, no tener tanta actibidad ni afectarse en todas las cosas como tú aces y tener un[a] poca más de calma, pues q[u]e el jenio contribuya mucho en aumentar el mal y tú, q[u]e tienes la imajinación tan exaltada, no te es nada bueno por tu salud. Así, procura a practicar cuanto te digan los médicos y cuidarte mucho. Primero tú y siempre tú. No me dejéis sin noticias.
Yo voy ar[r]eglando las cosas y hoy hemos mirado la ropa de inbierno y lo q[u]e falta a los niños es dos pantalones a cada uno de los tres, q[u]e son M[ariano], J[oaquín] y J[osé], pues no tienen más q[u]e uno cada uno por cada día. Les falta uno por las fiestas y otro por bueno. Y por cada pantalón se necesitan quatro palmos y medio de paño, esto es, por Mariano y Joaquín, y por José sinco palmos por cada pantalón. Y después un jaique o brega para Mariano, pues la suya pasará a Joaquín y la de éste a Antonito y Pepito ya tiene la esclabina o balona, pero sería mejor un jaique para Mariano q[u]e no una grepa, porq[u]e como a de ir en las comuniones la grepa, no los ho permitan, porq[u]e tiene cacarucho y los jaiques no y pasado de mangas parece un sach y esto ya permitan q[u]e lo lleban. Dime si Enriq[u]e recibió la q[u]e yo le escribí el biernes por el omnibús. Si tenéis algún pantalón q[u]e no hos pueden serbir, enbiatlo y así no se habrá de comprar tanto por los pequeños. Ya he aprovechado dos q[u]e dejaron los mayores, uno sirba para Pepito y otro Mariano, q[u]e son los únicos q[u]e tienen. Muy mal me ha sabido haber echo bajar a Baleta hasta haber aguardado tu contestación. Has de saber le di una peceta y media por el camino. El aciento ella lo a pegado. Creo a muerto el hijo de la Codina, porq[u]e hoigo tocar a las iglesias. No lo sé, sí solo q[u]e estaba muy malo. El correo me escapa. Mil cosas a todos. Te ama de veras tu esposa,
Antonia