Berga, f[ebre]r 12 de 1828
Amado hijo: este correo no e·tenido carta tuya, q[u]e lo siento. Te digo q[u]e aiyer me purg[u]é. Me allo mejor, a Dios g[racia]s. No sé si saldré a fuera, pero estoy q[u]e no, pues no me puedo refiar de naide. Todo lo tengo q[u]e confiar. La Úrsula a·la ora de comer biene, se está un rato con el alojado, q[u]e aora días aze no tengo sinó uno i su assistente. Oy tampoco a·benido. Tiene q[u]e asser todos los días en irse en casa el médico a jugar al monte i estarze asta las dies. Me a·mandado oy su·criada, la q[u]e biene por la sena a·llevarze por ella i·las 2 bienen a·comer. La Pona bino aiyer tarde i dijo q[u]e musén Melzior dezía i dijo q[u]e isiezes el favor de mandarle·a·dezirse quánta es la caridad de las mizas i·q[u]e isieran muchas porque él bería la pólisa de·[é]l. Te ago ase[r]·ver cómo oy sacan la caleeza a d[o]n José en Olot i, de[s]pués creo irá a·ésa i demás portes & &. Al hermano de la Anjaleta por poco lo matan a·la buelta de ésa. Ayyer me preguntó Fábrega dizen·q[u]e Mig[u]el le a·dejado tantas mil libras. Le dijo no sé nada, asta q[u]e esté ar[r]eglado no puede sever. Yo me alegraré, dijo a·tu hermano. No a·benido ni lo beo en ésta tuya. Úrsula tiene un subtentor del duanero. Duerma ar[r]iba, pues abajo tendría miedo. Ya abendo de ésa i·tiene la mujer a·ésa. Es muy cortés. Afectos a quien pide por mi, quedando con los mismo dezeos de berte. Ni sé por qué. Tu madre q[u]e siempre anela por ti,
Úrsula