Barcelona, 28 mayo 1833
Mi estimado primo: hallándome en la torre de Horta recibí la tuya del 22 y me sorprendió estraordinariamente la desagradable noticia del fallecimiento de tu madre que me participas en la misma, lo que se me ha hecho más sensible por no haber podido tener el gusto de pasar a verla desde que estoy en la provincia.
También yo me hallo en uno de los mayores disgustos de familia que ocurren en la vida humana. Hace algunos correos que tuve la noticia de que mi querido hijo Manuel se hallaba atacado de una enfermedad aguda y en grave peligro. La última noticia era que estaba algo más aliviado, pero en el correo de ayer me dicen hallarse sacramentado y en el mayor peligro. De consiguiente aguardo con temor y resignación el prócsimo correo la más infausta noticia, sin quedar en esto más recurso que la entera conformidad con las disposiciones del Altíssimo…
Yo pienso pasar al campo, cuya tranquilidad me promete algún consuelo más en el alma que no el bullicio del destino.