Cadaq[ué]s, 24 novi[embr]e de 1838
Mi querida hija: ha llegado felizm[en]te tu hermano del mismo [mo]do que se fue, con la advertencia que se pueda decir cómo aquel que fue a la corte, pero la corte no entro en él, etc.
En quanto a los nombres del futuro hijo, si es hijo y le quieres poner Antonio, tú misma; y si es hija, Gerónima, pero si tú quieres poner los tres nombres no tengas ningún reparo, lo que me alegraré saber q[u]e hayes tenido un feliz parto. Amiga, te hago saber cómo he comprado un vestido de percala para Manuelita. Quando lo compré havía 5 señoras, las 4 fueron de mi modo de pensar, y escoximos, los que no tardaré remitirte a no tardar, q[u]e tiene de venir Juan. Hay 15 pal[mo]s y 3 quartas. No·había·más por niñas. Me digeron era la más propia, lo que me alegraré tenga ecseptación.
Siento la novedad de Pellicer y, en caso q[u]e falleciese, estimaré me lo escribas. Ya veo lo que me dices, que trate de hacer años, pero te aseguro que hay cosas que no se pueden precindir, (tal·vez) será falta de virtudes, que Dios me conceda la gracia de concederme una buena resignación y paciencia, que una cosa y otra necesito, q[u]e si tú oies las palabras y espreciones q[u]e me dice tu des[ti]no, no solam[en]te te admirarías, sinó te escand[alizaría]s. En este mundo todos tenemos un sentim[ien]to o otro ¿Cómo ha de ser? Dios me concede salud, aunque con reuma. Paciencia. Te estimaré hagas celebrar 20 misas a mi intención y ponlas a mi cuenta, como y también si alguna cosa se ha de pagar como padrino. M[emoria]s a todos, para todos y muy particularm[en]te van las de tu padre,
José de Puig