Niza, 4 setiembre de 1847
Mi muy querido padre: recibí su apreciable, aunque más tarde de lo que acostumbraba, y ya empezaba a estar en cuidado. En fin, me alegro mucho de haberla recibido y de saber que todos están buenos. Yo también, gracias a Dios, continuo gozando de perfecta salud.
El día 6 de este mes tuvimos el examen público, en el cual quedé bien, como me dijo el p[adre] Boet, y el día 20 del mismo mes tuvimos una brillante academia y, en seguida, la distribución de los premios. Yo salí en ella como cantor.
Fue muy aplaudida y se recitaron, sobre un tablado muy bien adornado, varias poesías en varias lenguas y también en español. Estaba el obispo, el governador con el estado mayor y los principales s[eño]res de Niza y mucho clero, y tengo el gusto de decirle que no fueron tan inútiles mis esfuerzos, pues tuve un accessit en la doctrina cristiana, un laudatio en lo que llamamos Oratio Italica y otro laudatio en la modestia y diligentia.
Al presente nos hallamos en la casa de campo llamada Carabacelle y pasamos las vacaciones y, por todo el mes de setiembre, tendremos otra vez escuela un[a] hora por la mañana y otra por la tarde, para que no olvidemos lo que hemos aprendido durante el año y para prepararnos a pasar los examenes particulares, llamados de promoción y, por el mes de octubre, tendremos vacaciones enteras.
El otro día se fue el p[adre] Gil para España y el otro día vino otro padre francés, llamado el p[adre] Audibert, el cual desde hoy hará las veces del p[adre] Gil.
El r[everendo] p[adre] rector, p[adre] Boet, p[adre] Rius, los s[eño]res de Mur estimaron sus espresiones y con afecto se las devuelven.
Se servirá u[sted] dar expresiones de mi parte a mi muy querida madre, hermanos y demás de casa, diciendo a Miguel que espero con ansia el día en el cual sabrá escribirme una carta. Se servirá también dar espresiones de mi parte a m[osé]n Gabriel, al primo Perramon, a d[o]n José Disoro, a los s[eño]res de Sabater y demás que por mi pidieren y u[sted] recíbalas de este su hijo que de corazón le ama y s[u] m[ano] b[esa],
José María Barraquer
[P.D.]: Mis amados hermanos Miguel y Mercedes, como veo que acercan los días de vuestros santos, os escribo estas cuatro líneas para deciros que deseo mucho que el S[eñ]or os conceda el pasarlos con perfecta salud y con satisfaction, en compañía de nuestros amados padres y demás hermanos y parientes. Adiós, queridos hermanos, recibit los sentimientos del más afectuoso y sincero cariño con el cual os ama,
vuestro hermano
José María Barraquer