Bar[celo]na, 8 abril de 1826
Mi querida hija: tu carta, al paso que me ha servido de satisfaccción el saber que todos logréis de salud, como nosotros, a Dios gs., me ha traspasado el corazón la fatal noticia de la pérdida del único cordial amigo que me quedaba. Que en paz descanse. Mariquita lo ha sentido tanto que se harta de llorar y apenas ha comido cosa alguna en todo el día y lo mismo será Tonet, pues conocía que le estimaban y ahora me lo han acreditado, qe. hasta tu madre lo ha llorado. Mi sentim[ien]to es tanto qe. no puedo ponderártelo y me parece qe. es sueño y no realidad. Por fin Dios le tenga en su Sta. Gloria y dilate nuestros días para rogar por su alma.
En tu carta dices que remites un grano para muestra y no se ha visto, a no ser que entendieses remitirlo por el Pistolet. Es preciso que remitas uno para no errar, porque los hay de varias dimensiones, a real de vellón la docena. Ayer, que fue el primer día de salir tu madre de casa del convalecim[ien]to, vulgo ull de poll, corrió algunos jardines por si hallaba pericos y casualmente halló un testo de 8 cabezas, pero no tenía flores por haber cortado la última al día anterior y piden 4 pecetas, a razón de media peceta por cabeza y si lo quieres es preciso que lo escribas pronto.
P.D.: Después de escrita esta, tu madre ha resuelto remitirte 6 docenas de dhos. granos, porqe. al último importarán peceta y media y si te sobran los qe. ya tienes servirán para Manelita. Igualmente te remitirá el abanico con su nuevo pahís, de importe medio duro. Pistolet os traherá por este viage los dos testos que quedaron. M[emoria]s a Miguel y un beso a los nietos,
Tu padre