Sr. Dn. Miguel Rosés
Gerona
Bar[celo]na, 24 mayo de 1843
Mi querido y estim[ad]o padre: ayer por el correo contesté muy aprisa y voy ahora a decirle lo qe. no dije ayer.
En primer lugar, fui a casa la tía y le dije lo qe. V. me encargó y me dijo qe. en cuanto a los deudores, qe. era necesario hacerlos dar cuenta antes qe. llegase a prescribir y qe. seguramente a V. le sería más fácil el poderles hacer pagar al de Sn Feliu y a todos los qe. estén más cerca.
He ido a ver al procurador, quien me ha dicho qe. habían hecho lo qe. habían acordado con Barnoya y qe. la causa se daría a prueba, esto es qe. se darían testigos, pero qe. por ellos ya iría aprisa, a pesar de qe. si la parte contraria pidiese prórroga, las leyes le conceden 80 días qe. serían de detención pª nosotros y qe. el abogado está haciendo los capítulos para recibir los testigos.
Por aquí ha corrido qe. en Madrid había alguna cosa sobre qe. han salido algunos papeles, pero no parece qe. aquí hayan estas noticias producido algún resultado, pero sí solamente una ansiedad general para saber el resultado. Por lo demás nada ocurre de nuevas. En caso qe. haya ya sabe V. qe. yo me largo por lejos qe. vea la tempestad.
He dicho a Dn Cayet[an]o lo qe. V. me encargaba en su última, quien junto con Dª Carmen se han alegrado mucho de la mejora de mi querida madre y herms., habiendo hecho yo lo propio. También me han encargado las más afectas esps. pª V. y mi querida madre y herms., recibiéndolas igualmente de este su hijo qe. le estima y ama.
F. Rosés
P.D.: Envío también 8 cintas de color verde y blanca, por no haber hallado otro color y no había en ninguna otra parte qe. en aquella tienda del Call, debajo donde nosotros viviamos.