Mi más estimado herm[an]o: el dador de ésta, q[u]e es d[o]n J[o]aquín Requart, te participará de palabra el estado de mi salud, q[u]e en el día es, a Dios g[racia]s, el más perfecto p[o]r aver purgado en las tercian[a]s todo el mal humor q[u]e exustra en el estómago, de modo q[u]e me parece he quedado purificado de cuerpo y bolsillo.
Ciento infinito el q[u]e tendrá q[u]e ir una receta de algun[o]s pesos q[u]e voy a tomar de Barril, q[u]e me entregará su corresponsal p[ar]a satisfaser las deudas contraidas en la enfermedad, la que me ha estropeado, pero ya no va quedando señal ni rastro más q[u]e los muchos pesos que he gastado. En fin, la América no es p[ar]a los militares, como lo cantarán todos los más que vaian llegando.
Yo te prometo q[u]e me disgusta todos los días más este país, pero creo que pronto saldremos, según corren las noticias de España. Me alegraré que se verifique q[uan]to antes y q[u]e todos os manteng[ai]s sin novedad y q[u]e el dador de ésta os alle en el estado de perfecta salud, q[u]e os dez[e]a, este herm[an]o q[u]e más te estim[a]
Martín de Burgués
Oy, 7 diz[iembr]e de [17]83
Q[ueri]do herm[an]o Josef Burgués