D[o]n Narciso de Prat, Gerona
Roma, 16 abril de 1844
Dueño y amigo: desde Agen os escribí que havía obtenido pasaporte para Italia y q[u]e seguram[en]te iría a pasar las fiestas de la Semmana Santa a la Ciudad Eterna, como así lo e verificado. También os escribí q[u]e si teníays tiempo me mandáseys una letra de doscientos duros en Marcella y, como havía de ser por todo el 20 del pasado marzo, porque así vos lo advertía, esto hará q[u]e no me la habréys enviado y, de consiguiente, no puedo aberla recibido, pero os lo advierto por si fuese el contrario.
Amigo, el Jueves S[an]to por la noche llegué en ésta, no haviendo podido venir más pronto a causa de haver tenido que hacer cama seys días en Marcella y ésta me entretuvo. También tuve q[u]e venirme solo, porq[u]e los demás compañeros no pudieron o no quisieron venir. De las fiestas de la Semmana Santa, como no pude ver la del jueves, las demás siguientes no hay cosa de particular q[u]e deciros, [ex]cepto q[u]e el sábado después de estar #dos a lo menos ciento y treinta q[u]e devían tomar órdenes sagradas, el cardenal, con una gran serimonia, pasó a bautizar dos como de 20 años, que decían si era del costado de la Rusia. Después les dio el sacram[en]to de la confirmación, haciéndoles una pequeña práctica y, como no era en mi idioma, no la entendí. El domingo de Pascua en la iguesia de S[an] Pedro se celebró la misa pontifical, asistiendo en ella los príncipes tan[to] estrangeros como de Roma (q[u]e hay algunos de estos últimos), embajadores, senadores, obispos, cardinales, etc., es decir, que ubo una gran cerimonia, llevando el Papa debajo tálamo con un tabernáculo, etc. Después de la misa papal lo llevaron al balcón q[u]e da sobre la puerta mayor de la iglesia, de donde dio la bendición a todo el pueblo, que seguram[en]te en aquella plaza del Baticano havía más de sesenta mil personas y cuasi de todas naciones. Puede también q[u]e havía más de 1.000 coches. Por la noche huvo iluminación en la cúpula, frontis y colaterales del Baticano y colaterales de la plaza de dicho Baticano o iglesia de S[an] Pedro. Primero hicieron la iluminación con una luz opaca, amortiguada y, al cabo de una hora, huvo mutación y se cambió en una luz muy resplandeciente y eran tanto el n[úme]ro de luces q[u]e todo lo iluminado parecía un retablo todo dorado y ahún más porq[u]e este era resplandeciente. Era tan sorprendente q[u]e me parece q[u]e a ningún otro puesto pueden dar tanto. El día siguiente, en el castillo de San Ángelo huvo fuegos artificiales, también muy bonitos, y aquí se concluyeron las fiestas estraordinarias. En este tiempo q[u]e estoy en ésta e visto muchas de las antigüedades romanas, templos magníficos, palacios, jarnides [sic], museos, etc. etc., q[u]e será para cuando nos veamos por esplicaros la grandesa, sustuosidad, esquisitud, etc.
De los últimos de marzo nada e sabido de España y, así, cuando me escribiréys, decidme si devo presentarme a alguna autoridad cuando venga (q[u]e será luego de concluido mi viage), ahunq[u]e pienso q[u]e no, porq[u]e me parece que voy compreendido en la capitulación del castillo de S[an] Fernando de Figueras, pero os estimaré q[u]e vos ne informéys y, si acaso, q[u]é es lo que devo hacer, porq[u]e vos ya podéys responder de mis compromisos políticos, q[u]e ya sabéys que no puede haver queja alguna de ninguna clase de persona, lo q[u]e vos estimaré q[u]e me lo escribéys en Marceille, dirigiéndome la carta a casa el s[eño]r d[o]n Juan Bernich, com[andan]te, q[u]e le dejé encargado me las guardase, sobre todo escribidme a vuelta de correo.
El motivo de no tener compañero es la causa q[u]e no haré el viage más largo, pero, con todo, pienso llegar hasta Nápoles, ahunq[u]e e ido p[o]r la diligencia y me han dicho q[u]e hasta el 22 del corriente estaba enplesada y esto puede q[u]e me prive el verificarlo.
Si tuviéseys proporción por Marcella podríays mandarme una beta de dos o tres_cientas pessetas.
Espreciones al amigo d[on] Tomás y disponed de este vuestro amigo que desea daros un abrazo,
José Bou