Q[ueri]do herm[an]o: rec[i]bí el correo passado tu carta de 5 del actual, en la q[u]e, vistas las reflexiones de su contenido, te digo q[u]e es mucha verdad q[u]e los q[u]e servís sin apoyo, por más q[u]e sepays vuestra obligación, os suceden a cada passo eventos inopinados q[u]e darían q[u]e sentir a una piedra si fuere capás de sentirlo, pero tú has sido dichoso, q[u]e jamás nadie te ha echo salir los colores en la cara. Yo no he seguido jamás otra carrera q[u]e el sostener una máquina q[u]e q[uie]n no la entiende dirá q[u]e es muy fácil llevarla y, por mejor decir, logro una vida muy quieta y acomodada, pero es bien al contrario, q[u]e, por más q[u]e yo cumpla con mi·obligación, me·hacen calorar todos los instantes sin tino ni razón alg[un]a y, para·q[u]e sepas mi vindicta, te diré lo q[u]e con rubor no lo haría a no precisarme esta crítica ocasión. En el año 1788 un día mi nuestra madre me preguntó si guardava los recibos de los pagos havía echo desde q[u]e sirves al Rey; yo le respondí q[u]e q[uan]tos se me havían entregado les guardava, pero q[u]e parte de ellos los tenía en Corominas. Me dixo q[u]e se los diesse porq[u]e jamás pudiesse hacer constar los pagos q[u]e se havían echo en desde el tiempo q[u]e sirves. Yo le repliqué diciéndole q[u]e podía·venir lanze de haverse menester necessitarse para la·justificación de·los pagos, como havía sucedido de·pedir las cuentas dos veces, y por fin alegó q[u]e tenía mucha desconfianza del Cisó y·otras cosas, q[u]e, a la verdad, se necessitava toda la relación de un hijo y madre p[ar]a tolerarlo, y últimamente me mandó q[u]e q[uan]do viniessen pagos q[u]e hacer por tí, q[u]e no los hiciesse·yo, q[u]e ella ya los haría, de cuyas resultas le entregué los recibos q[u]e yo tenía en mi poder ha echo hizo ella los pagos ella posteriorm[en]te. Q[uan]do tu saliste de acá p[o]r tu destino, bien sabía yo y sabías tú q[u]e havía ido el mozo a Coromines y q[u]e bolvió dos días antes de tu partida, de cuyas resultas, ¿q[uié]n havía de pensar q[u]e no fuera por esta diligencia de traher din[er]o por tu viage y, haviéndome prevenido q[u]e yo llevasse el gasto de casa? Pero no fue esto lo más. Q[uan]do en la Gazeta vino la·promossión de Guard[ia]s Marinas, vinendo yo q[u]e no havía tocado la suerte a Benito y viéndome tan desconsolado me dixo q[u]e me dexasse de cavilar, q[u]e algún día subiría. Yo le dixe q[u]e era verdad, q[u]e si Dios lo permitía sería assí, pero yo sabía la carga q[u]e llevava. Me añadió q[u]e porq[u]é te dava tanto dinero, le dixe q[u]e no tenía q[u]e agradecerlo a nadie, q[u]e asta ahora nadie le havía dado un maravedý menos ella, q[u]e una sola vez le havía mandado quatro o seis duros. Por fin de una cosa vino otra y me dixo q[uan]to dinero te havía dado a ti al·tiempo·de tu partida, y aquí pror[r]umpí en grande llanto viendo las cosas de mi casa. Le dixe, ninguno madre mía y acuérdese v[uestra] m[erced] la or[de]n q[u]e me dió en tiempos passados, la q[u]e justificaron los oyentes q[u]e estavan presentes en aquella ocasión, pero lo q[u]e más siento es q[u]e mi triste hermano se haya ido sin un dinero nuestro y con la indescencia de ir conducido en un carro desde Bar[celon]a a Madrid. Yo en aquella ocasión no tenía ning[ú]n dinero, pero no soy tan faltado de medios q[u]e aunq[u]e huviesse sido al mismo acto de tu partida no me huviera faltado un amigo q[u]e me pres...[tallat]