Coromines, 14 julio de 1818
Mi muy amada esposa: acabo de llegar con toda felicidad, pero algo molido, habiendo tenido mucho calor en el camino que, aunque me parece no es tan malo como el de la Salud, sin embargo, me ha parecido tan largo (como lo es en efecto) que no creo volver a·pasar por él en mi vida.
A las once de la mañana hemos llegado casi de un tirón a Espinelvas y he estado diez u once horas sin moverme más que una hora de la silla. Por fin ya estoy en casa y espero dormir hasta mañana a las once.
Polit, que es otro de los mozos que han acompañado al marqués, mañana a su paso por la teularía se llevará esta carta. He encontrado a todos buenos y te saludan todos, todos con afecto, incluso el tio Tito , que me ha hecho mil exp[resione]s y manifestado el mayor afecto. Mil besos a mis queridos hijos, a la moza Marianita que se acuerde de su papa. Esperan para rezar el rosario y así concluyo saludando a m[ose]n Estevan, s[eñ]or canónigo, etc. Y asegurándote de nuevo del invariable y constante cariño de tu amante esposo.
Narciso de Burgués.