Hospital de Perpiñán, 23 7bre [1823]
Mi querida hermana: ignoro si habrás recivido la q[u]e te escriví desde este hospital diciéndote me mandases la ropa por conducto de Camprodón y temo no llegue a tiempo, pues en atención a q[u]e estoy algo más fuerte nos harán salir. Mucho lo sentiré, pues estoy en cueros y hace frío. Amiga mía, estoy indignado, y si yo huviese sabido la infame conducta q[u]e obserban con nosotros, te aseguro q[u]e huviera preferido morir en el campo de batalla, pues al llegar aquí nos metieron bruscam[en]te en la cárcel, y los q[u]e estamos en el hospital es sin comunicación y con centinela de vista. Los prision[ero]s q[u]e han marchado han ido con mucha estrechez y no nos hemos podido despedir. Ignoramos a q[u]é depósito nos conducen, pues a nadie vemos y sólo el gemido de los heridos y la peste q[u]e sale de la supuración de sus heridas es sólo nuestra vista. Te confieso q[u]e temo lo pasaremos mal. Minusir y yo es regular nos hagan salir mañana o pasado y probablem[en]te iremos con la correspond[ient]e escolta y quizás de cárcel en cárcel. Paciencia, a todo estoy dispuesto y no me falta valor p[ar]a resistirlo. Lo q[u]e me ha llenado de indignación es la detestable conducta de Anacleto Pastors y su cuñado, los quales están en ésta y, después q[u]e yo les he escrito dos billetes, no he logrado ni una sóla visita de ellos, ni siquiera un par de sábanas por no dormir en las del hospital, ni una sola palabra me han dicho, ni siquiera ofrecido, ni han venido a verme. Infames servilones, es de ese modo q[u]e se sirve a la amistad. Yo estoy seguro q[u]e si mi suerte se trocara pedirían mi protección. ¡Ah, quantos desengaños ofrece el mundo! Nada tiene q[u]e esperar de sus semejantes el hombre desgraciado, pero esos miserables deben en su interior reprobarse una conducta tan agena de la buena educación. ¡Ni siquiera ofrecer un vaso, un cubierto, una sábana, sabiendo q[u]e estoy en el hospital! ¿Habría quizás degenerado de su dignidad el s[eñ]or conde de Albareto en venir a ver un prision[ner]o q[u]e se halla en el hospital? Juzga, pues, de su conducta el imparcial y responda. ¡Vaya d[o]n Anacleto! Quizás no se ha atrevido a verme por no confesarme la debilidad de haver olvidado sus juram[en]tos y haver sucumbido. ¡Ah! Hombre débil, yo te hubiera perdonado como amigo y huviera siempre agradecido la visita pero seguram[en]te un falso orgullo les ha impedido este acto benéfico y, de consig[uien]te, el noble orgullo q[u]e yo poseho fundado en el puntual cumplim[ien]to de mi deber me obliga [a] escrivirles haciéndoles conocer q[u]e la gran diferencia q[u]e reina entre ellos y yo habla en mi fabor, pues les puedo llamar culpables a los dos, y algo más al uno, sin q[u]e tengan ellos nada q[u]e decirme. Sí, lo haré p[ar]a q[u]e no me crean abatido, pues ahunq[u]e mi cuerpo esté encerrado, mi alma y espíritu son libres. Te suplico, pues, q[u]e no me mandes carta alguna por su conducto como te lo prevenía en mi anterior, pues no quiero nada con semejantes condes, y me cago en ellos. Mucho te estimaré me mandes la ropa, pero no sé cómo recivirla, pues es regular nos hagan salir al instante, y no sé a dónde. Estoy fresco, quasi desnudo, sin un quarto, sin comunicación, y quizás conducidos al norte de Francia, no sé si de cárcel en cárcel o cómo. Paciencia aprendan los q[u]e no han padecido y sepan q[u]e comparándose conmigo son felices. Quizás te habrá echo reir el contenido de mi última carta, pero, amiga, está echo y, a lo echo, pecho. Antes de marcharme de aquí te remitiré una carta p[ar]a esa familia, a fin de q[u]e, ya sea por Mataró o por mar, pueda con seguridad llegar a sus manos y si, entre tanto, tuvieses proporción p[ar]a saver de sus noticias y dárselas mías, te agradeceré lo hagas. Este es el único fabor q[u]e te pido y q[u]e no dudo merecer. Y qüento con q[u]e lo harás con la mayor eficacia. Reserbadam[en]te te diré de q[u]e a pesar de q[u]e dejé a mi salida el poder firmado p[ar]a q[u]e su padre se casara por mi, quizás no lo haya echo sabiendo mi desgracia y, por lo mismo, quisiera q[u]e mi hermano se tomase la molestia de escrivirles, pues esa familia no ignora q[u]e yo hos lo he comunicado. Conbiene la reserba hasta saber si lo han echo, y en este caso, yo dispondré de ella, pues debe tener mi medio sueldo, y no le faltan recursos. En fin, mirad ese escrito con interés, pues es lo q[u]e más me interesa. En quanto al tunante Grifa creo q[u]e no tendrá ganas de leher dos veces la carta q[u]e le escriví y no dudo se dará por satisfecho, pues de lo contrario le saldría peor la qüenta. No tengo tiempo p[ar]a más, pues va a marchar el dador. Dispón de tu hermano q[u]e es más desgraciado de lo q[u]e merece serlo.
Jaime
P[ost] d[ata]
A los niños mil abrazos y áblales a·menudo de mí, p[ar]a q[u]e no me olbiden. A Pepe, q[u]e me escriba. En fin, a todos, q[u]e me tengan presente, seguros de q[u]e jamás les olbidaré.