Sevilla, 17 de marzo de 1827
Mi apreciable y señora condesa: se han cumplido tres meses q[u]e unidos a la familia de Lebrija estamos en la hacienda para la cojida de la aceituna, donde quizás permaneceremos hasta mayo. Antes·de·ayer vine para evacuar ciertos encargos, entre ellos ver si teníamos dibidento y, en efecto, se ha distribuido a razón de un dos por ciento, y tengo en mi poder los 300 r[eale]s q[u]e corresponden, de q[u]e puede u[sted] disponer cuando y como guste.
Hace tiempo entregué a la sobrina del maestro de capilla los 900 r[eale]s del premio anterior, según u[sted] me prebenía en su favorecida de 11 de enero, de q[u]e no di a u[sted] abiso esperando hacerlo del resultado del dividendo, como ya he dicho.
Mucho nos hemos alegrado de la colocación de nuestro Leopoldito, y pedimos a Dios por su salud y prosperidad, especialmente Mariquita q[u]e, como u[sted] sabe, tiene más espedita la comunicación con la gente de allá arriba, siendo raro el día q[u]e no refiere las circunstancias de su amable y perdida tertulia. A esto se sigue, ¿cómo estará la condesa? ¿qué será de mis queridos niños? ¿ya faltan tantos de los concurrentes? etc. De lo que puede u[sted] inferir no es posible olvidar la suerte de u[sted] y cuanto pueda contribuir a su felicidad.
Toda la familia me encarga debolviese a u[sted] finísimas espresiones y, en particular, Mariquita, [para que] diese u[sted] en su nombre un abraso a Marianita y en el interín puede u[sted] disponer con la mayor franquesa de su aff[ectísi]mo y seg[ur]o serbidor.
Q[ue] s[us] p[ies] b[esa]
Mig[ue]l Sánchez
E[xcelentísi]ma señora condesa del Abisbal.