Vich, 14 abril de 1828
Mi querido Sisonet: veo por tu favorecida del 9 que has tenido aquello que se llama molta feina con motivo de la Semana S[an]ta, por cuyo no he tenido el gusto de recibir antes tu contestación. Deseo que la Cuaresma te haya dejado santificado como acostumbra y que tengas buena perseverancia. Siento no estar en ésa para oir alguno de tus sermones, pues regularmente en los últimos días de Cuaresma y luego en la Pascua los acostumbras [a] hacer, inculcando a los compañeros la virtud, sanas mácsimas, etc[éter]a, pero cómo después del tiempo fresco viene el caloroso, regularmente cesas en tus ecsortaciones cristianas y dejas este negocio para otro año. Seguramente será porque con el tiempo fuerte no es bueno fatigarse en hacer discursos o sermones. En fin, cuando te vea ya conoceré en qué altura te hallas, pero con la eficacia que tratas el asunto del teatro ya tengo algún conocimiento para calcular acerca el particular.
Con fecha 29 del pasado me dice mi agente en la secretaría de la capitanía g[enera]l que ha [a]parecido mi primera solicitud en aquella y que se le ha puesto el decreto “pase al governador de Gerona para que informe”, por cuyo motivo la contaba ya de vuelta en la capital cuando veo que el 9 del corriente aún ni estaba en esa. Todo esto digo con esta fecha a mi encargado en Bar[celo]na para que vea si otra vez ha vuelto a confundirse en la mesa de la secretaría del c[apitá]n g[enera]l, por lo que estad alerta pues con este empuje es regular pase a esa cuanto antes si no lo ha ya verificado y avísame cuando y cómo salga despachada de ese governador si puedes saberlo.
Veo fueron lucidas vuestras procesiones. En la nuestra de la Congregación hubo unos 370 congregantes, q[u]e con los coros de los capellanes formarían 400 atchas, poco más o menos. De lo poco bueno que se hace por acá es la espresada procesión y en esta clase quizá hay en España pocas que la aventajen por todos estilos. La única que puede tener alguna semejanza con ella es la de Tarrasa, según dicen, pues todos los años es muy buena.
Ya sabía que tu tía no había pasado a Bar[celo]na y que Leopoldo había ido a despedirse de ella a esa ciudad. Ignoraba que Manuela y Siseta hubiesen ido a la capital, aunque por allá se susurró algo de esto antes de salir yo de dicha ciudad. También oí decir (y nunca me se ha acordado preguntártelo) que con la primera ida de Leopoldo a ésa había padecido algún descalabro nuestra indestructiva tertulia, lo que espero me dirás. Es regular que dichas mateas con sus mateos de antaño o con otros (que por allá son géneros abundantes como te tengo dicho, es decir, de unos y otros) se hayan divertido en esta Semana S[an]ta.
Me alegro tengáis buena comp[añí]a cómica, la que si Dios quiere es regular veré antes de mucho tiempo.
También participamos por acá de las remociones. En cuanto a governador ganamos mucho según dicen, en cuanto a alcalde no vamos sino a perder. En esa creo vais más que a ganar y en cuanto a go[bernado]r a perder. En·fin, veremos.
No tengo más tiempo, papel ni humor. Memorias a Dolores y demás y dispón de tu af[ectísi]mo amigo,
J[uan] O[liveras]