Vich, 8 mayo de 1828
Mi querido Sisonet: veo que mi solicitud no tiene otro remedio que repetirla, según lo que tú me dices y lo q[u]e me escriben de Bar[celo]na acerca el particular. Veremos.
Me conformo, apruebo, et[céter]a, et[céter]a, todo lo que me <me> dices has calculado acerca los acontecimientos de nuestra indestructible tertulia y cómo es posible que siendo yo un mero principiante o novicio en esta materia dejase de aprobar todo lo que me dices has calculado acerca esta materia mateal, constándome eres bueno para catedrático de esta facultad y, a·más no haber olvidado se te confirió el mando de·aquel tan bien instruido regi[mien]to. Cuando a·mí se me nombró capellán del mismo, tus servicios contraidos desde dicha época y todo lo demás que no digo por no dilatarme y por ser ya tan sabido, como es posible, repito, que yo reprobara en lo más mínimo un parecer tan acertado como el que me das. Creo sin la menor duda has acertado en un todo y aún no sabes tal vez lo que a la vista te diré acerca este asunto. El resultado es que el capitán volvió a marchar y que su genio y figura, et[céter]a.
Veo lo que me dices tocante al casamiento de Enriqueta y, por más prendas recomendables que tenga el capitán, creo debo decir, Dios ampare esa muchacha, y le dé lo que más le conbemga, que lo demás ella se lo encontrará a su tiempo.
Aunque tardo, según tú dices, nos veremos ayu<n>dando Dios y si el tiempo lo permite, a·no tardar, pues aquí no llueve sino que diluvia.
No puedo dilatarme más porque tengo mucho que escribir.
Mis esp[resione]s a Dolores y demás y dispón de tu siempre af[ectísi]mo amigo.
J[uan] O[liveras]
P[ost] d[ata]
Estoy más que fastidiado con el empleo de decaña, decáñamo, decañón o decara... y, por lo tanto, luego que pueda me·najo