Vich, 23 marzo de 1829
Querido Sisonet: deseo que si llega el caso de tener que hacer uso de tu despacho de cabo zelador te proporcione lo que con el citado empleo te has propuesto. Sé muy bien en qué términos se expresan los tales documentos, pues hace mucho tiempo que tengo copia de uno de los tales, por cuyo motivo solicité el logro del espresado empleo y el·motivo de haber solicitado luego el otro que estoy pretendiendo fue por que así me lo aconsejó el comandante de este partido y provincia, diciéndome que era mucho mejor, ya porque tenía o concedía muchas más prerrogativas y escención, ya el por ser más honorífico. El resultado fue que, como para concedérmelo el ex[celentísi]mo s[eñ]or capitán g[enera]l hizo pedir de mí informe a un sugeto que me quiere para regidor, dijo en él que no veía por aora una necesidad de que se concediese el citado emp[le]o. Este es el motivo porque no lo tengo yo. He dejado probada la utilidad y cuasi necesidad de que se conceda y, a·más, he aplicado los remedios que he creido oportunos, y así estamos esperando la desición. Con esta fecha me dirijo confidencialmente al gefe diciéndole si puedo tener alguna esperanza en el logro de mi pretensión, en el supuesto de q[u]e manifestó dicho s[eñ]or tanto deseo de complacerme. Y si me dice que nada puedo esperar, entonces le diré me conceda lo que anteriormente le pedí sin perjuicio de lo demás cuando tenga lugar.
Siendo tan vasto el plan que tenéis formado para la continuación del teatro, no sé por_q[u]é vuestra compañía se habrá contratado aquí para la temporada de verano, y si les va bien para otra de invierno, que deberá principiar a primeros de dici[em]bre.
Todo el 1er batallón del 3º lig[er]o, con su plana mayor y música, salieron para Villafranca y no sé pa[ra] dónde más. Aquí sólo ha quedado parte del 2º. Melcior fue de los primeros que se marcharon. Me encargó esp[resione]s para ti y que te dijese no puedes escribirle hasta que te avise su paradero, que ignoraba cuando se marchó.
Estamos tal·cual enterados de las operaciones en esa ciudad por el maestro de obras altas, o sea d[o]n Diego el verdugo, y también lo estamos de lo ocurrido al médico de las damas o sea el rector de Vilanna.
Espero me disimularás el que no me dilate tanto como vuesa merced por falta de tiempo y, con esp[resione]s a Dolores y demás, dispón de tu amigo.
J[uan] O[liveras]