Bar[celo]na y [septiem]bre 18 de [17]73
Reservada
Mi abuelo y mui señor mío: ni mi muger ni yo tenemos en este mundo otro a quien devamos tener el respeto y veneración que a v[uestra] m[erced] y, en esta inteligencia, ha de tener v[uestra] m[erced] por una acción filial la que voi a practicar y tomarla con toda aquella circunspección y prudencia que a v[uestra] m[erced] le es propia y pide la importancia y gravedad del asumpto.
Se introdujo en mi casa el duque de Castropiñano y yo, por mis ocupasiones, por mi genio dócil y por el cariño que le tengo a Mariquita, no me opuse a que fuera creciendo su familiaridad con ella hasta q[u]e la cosa llegó a términos que ya me pareció indispensable el advertirla y amonestarla, pero esto tuvo peores resultas, pues ella dio parte de mis recelos a él y aun le señaló el conducto por donde podía yo saberlo. Y aunque no fue tan frequente la entrada en casa, se veían y tratavan en otras partes con mayor nota y escándalo. Por evitar estos lances y porque interesava en ello la salud de·la Mariquita, insté fuertem[en]te a que se marchase y lo hizo a mal de su grado y aora el duque va publicando que ha de hacer un viage y por essos terrenos y que a este fin busca en ellos casa. No he podido averiguar qué verdad tenga esto, pero lo cierto es que el asumpto se ha adelantado sobrado y que yo lo sé todo y que es de·la mayor importancia de todos el cortarlo por la rais. V[uestras] m[ercede]s tienen aí quien podrá informarles, pues la María ha de saber mucho y más que todos Baldiri, que ha sido el encubridor y a quien es menester que v[uestra]s m[ercede]s estrechen fuertem[en]te para que se los cuente a v[uestra]s m[ercede]s y, si fuere necesario amenazarlo con que yo lo sé todo y que no haciendo de v[uestra]s m[ercede]s esta confianza, con el fin de remediar el mal, haré se le castigue. Todo esto con la prudencia que es propia de v[uestra]s m[ercede]s. Es regular que aora le escrivan la Mariquita y el duque y que sea Baldiri el que lleve las cartas, por lo que se ha de vivir con la mayor cautela y ver cómo interceptarlas, pues, amás de q[u]e conviene mucho que no lleguen a sus manos, instruirán para el remedio. Creo que basta lo dicho para que v[uestra] m[erced] conozca la importancia del asumpto y que no conbiene fiar más a·la pluma.
Todo este suceso viene sin duda de la ausencia de la madre, pues, en su compañía, a buen seguro que no huviera llegado a tanto. Por lo mismo no permita v[uestra] m[erced] que la Mariquita se venga sin la madre y quede v[uestra] m[erced] árbitro absoluto de nuestras diferiencias, pues quando se azuzan tales materias importan nada los intereses. Me parece del caso que v[uestra] m[erced] dé cuenta de todo al tío d[o]n Joseph para que le ayude a v[uestra] m[erced] en todo y, si·no se incomodase mucho, aun le suplicara que viniera a encontrarme a Mataró, donde podiamos tratarlo todo, ya que por cartas es imposible.
No estoi para más, pues el asumpto me ocupa todo sin tener árbitro para nada. Dios nos consuele y a v[uestra] m[erced] le g[uar]de quanto le ruega y necesita,
Su más af[ec]to nieto y ser[vido]r,
Sisternes
Abuelo y s[eño]r d[o]n Narciso de Burgués.