S. D. José Jiménez, Bar[celo]na
S. Boy, 12 setiembre de [18]45
S[eñor] y d[ueño]: Hasta ayer noche no recibí la carta de Pepita del 7 a causa de las continuas lluvias qe. nos quieren anegar. Me alegro que estén todos sin novedad, de cuyo favor también disfruto a D[ios] g[racias g[racias].
En la suya me dice su hija que está en mi mano el estar solo o en compañía este invierno, lo que a mi entender no es así por las razones que voy por última vez a esponerle. Quedaron V.V. con mi S. padre que pagaríais nuestra subsistencia por un año y arreglaríais nuestra casa. En cuanto la primera parte, habiéndome mi padre mantenido ya un año, no puede hacer más; en cuanto a la segunda, mi padre me paga una cama buena con su gergón, colchón y almoadas, otra cama con pies de gallo, gergón y frasada y un catre. No puede hacer más. Con la entrada de mi hermana Felipe en el hospital ha gastado cuanto por mi podía hacer y se ve imposibilitado en hacer cuanto quisiera.
Yo no tengo nada, nada. Si algo tengo que recober es tan poco que dudo baste para nuestra manutención. Cuando te mostré mi conducta recogía 14 [y] ½ cuarteras trigo con 646 r[eales] v[ellón]. Ahora recogo 23 c[uarteras] con 306 r[eales] [vell]ón, de los que es regular recoge la mitad, más demos [sic] que recoge las dos terceras partes o 680 pon, con unas 20 cua[artera]s trigo. ¿Habrá bastante para la manutención de una, aunque poca, familia?
Supongamos aun que basta estando buenos ¡Si una enfermedad...! ¿Podría mirar a mi muger postrada en el lecho del dolor sin tener con qué ausiliarla, tal vez, ni un pequeño requicito que poderle dar?.......
Al tratar con Pepita no he mirado intereses y aun ahora es la primera vez que en cierto modo lo hago con V. He buscado una compañera que congenie conmigo y pienso haberla encontrado en su hija, mas tampoco quisiera que si V. tiene la bondad, como igual a las otras hermanas, de darla alguna cosa por vía de dote, lo descontara de lo que por vía de adorno de casa y mantenimiento pudiera ahora ofrecerle. Yo nada poseo y una pequeña suma puede hacer un buen papel en muchas circunstancias y ayudan a vender la miseria, mayormente cuando el producto de mi carrera es, por ahora, escaso.
De estas consideraciones que pudiera alargar y amplificar, y que me abstengo de hacerlo por ser obvias sus consecuencias y ser V. a quien las escribo, se deduce en buena lógica que no soy yo quien debe disponer de mi enlace. No tengo una casa parada para ofrecerle ni pan para darle de comer y lo qe. es peor, sin dinero para comprar a quien una mesa para almorzar ni una silla para sentarnos.
Estas solas son las razones que se oponen a mi casamiento. Si son fuertes o flacas lo dejo a su consideración y arbitrio. Yo estoy pronto de todo. Si cree oportuno que aguarde, me conformo sin resistencia; si no lo cree conveniente, amonestaciones al canto y Dios nos bendiga.
El mudar de estado es una crisis que quisiera ver terminada; si no conviene, aguardaremos; si conviene, que sea pronto, antes de un mes debe estar todo concluído.
Por esto al escribirme V. su pensamiento, para evitar contestaciones que yo siempre tardo en recibir, podrá, en caso de ser afirmativo, decirme qué tengo de hacer, cómo menearme, y, al mismo tiempo, los datos que cree V. serme necesarios para amonestaciones y demás requisitos que ignoro cuáles pueden ser.
Yo ya le participaría después el día que empezaría a amonestarnos aquí, para que VV. Hicieran lo mismo y estuviesen listos cuando yo bajaría, que sería a primeros de octubre.
Todo esto si lo juzga V. acertado y conveniente, pues repito no avengo a todo cuanto V. juzgue conveniente para el bienestar de su hija, que también es mi mayor anhelo.
Espero de V. me contestará pronto, que me pondrá a los piés de su señora esposa y que saludará a la demás familia, quedando siempre a su disposición su afecto y S. S.,
Q. S. M. B.
J. Salarich
Sª Pepita Jiménez
Mi amada: ayer recibí la tuya y, en contestación, te digo: los rábanos han nacido ya. ¿Vendrás a comerlos? Esta tarde he mandado recoger las primeras habichuelas (fasols). Cogeré más de dos cuarteras y de patatas 4 o 5. He aquí toda mi hacienda si añadimos 500 coles y 100 acelgas. Nada más tengo, pero si quieres partirlo, lo haremos como hermanos, en un mismo plato, un mismo tenedor, sentados en la cama, pues no tengo sillas ni mesas, únicamente la del botiquín y un perol para cocer las trumfas.
Una advertencia debo hacerte antes de decidirte, y es que no te regalaré ninguna joya, ningún adorno, pues su importe nos podrá ser necesario y más quiero que carezcas de ellos que no de algún bocado que apetecieres estando enferma. Ya ves qe. soy franco y lo digo con verdad. Si algo poseo es tuyo, pero ahora no te regalaré nada. Nada porqué no tengo blanca, si bien que tampoco sé que deba un cuarto a nadie, a no ser que sea a vosotros.
Mi hermana está ya en el hospital. Aun no la he visto. Tal vez mañana, si me lo permite el tiempo y mis enfermos, que son bastantes.
Adiós Pepita, no escribo más porque es de noche y aun tengo de hacer algunas visitas. Bastante te ha cansado hoy tu amante y futuro esposo que serlo quisiera ya,
J. Salarich