San Boy, 21 febrero de 1845
Sª Pepita Jiménez
Amiga: recibí a su tiempo tu grata del 9, mas prescindiendo un momento de ella, voy a empezar con el solemne concordato relativo al alquiler de la casa. Después que el ministerio compuesto por de Vo., el médico de este pueblo y del Dr. Salarich hubieron compuesto y arreglado sus bases o condiciones, las sometieron a la deliberación del senado (S. rector) y del congreso (Ferrer Serra), después de mil debates y algunas enmiendas, salió la concordia como sigue.
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En nom de Déusia, Amen.
Rosa Viver, povilla, y son espós, Francisco Viver, conseden en arrendar una casa propia sita en el carrer de Vich, nº 2 y un hort ab viver o jub, situat en la extremitat de dit carrer, al metge de est poble Dr. Joaquim Salarich. Tots los que se empenyan en abservar las condicions següents:
1ª. Lo arrendament o lloguer anual cerà de divuit lliures catalanas.
2ª. El sobredit Dr. Joaquin Salarich se obliga a adelantar-los la cuantitat de cent lliuras catalanas, las que podran abonar-se-li de lloguer o tornar-li, conforme bé aparega als esposos Vivers, encara·que no ab cuantitat que baixi de quinse lliures.
3ª. Los duenyos se emplenyan en fer un envant en la sala, una paren en la cort y una comuna en el porxu y adobar, ademés, cuant síguia de necesitat absoluta, tot a sas costas y sempre que dit metge vúlguia habitar-la.
4ª. Sempre que lo metge pàguia corrent lo lloguer, que serà per anualitats vensudas, en lo dia de Tots Sants, no podran los duenyos llogar a altre la casa ni traure-lo a no ser que vulgan ells mateixos habitar-la y, en cas que los duenyos tòrnien a deixar-la, quedarà a compte del mateix per lo mateix arrendament.
5ª En cas de voler-la habitar los duenyos, hauran de satisfer de una sola vegada cuant estigan debent al metge, al que prometen, en gratitut del adalant, que·[e]ls fa, no treurer-lo fins passats sinch anys y, después de haber-lo abisat en lo temps acostumat en est poble.
6ª. En cas que lo metge no vúlguia habitar la casa en lo temps que tindrà pagat lo arrendament tindrà la mira de llogar-la a personas quietas y de la confiansa dels duenyos.
7ª. Las firmas de rebudas tindràn igual valor, síguian de natural dels esposos, mosa o Francisco Viver.
Y desitjant que est paper o conveni tínguia tota la forsa posible, cosa escrita y rubricada per ma de notari, la firman dos testimonis qe. estan present, que són lo tinen[t] de alcalde y secretari, el que a major forsa ho robrica ab lo sello del comú, com a notari de dret de est poble.
S. Baldiri de Llussanés, setse de janer de mil vuit-cents cuaranta-cinch.
Per no saber de escriurer, Rosa Viver y Dachs, y de sa voluntat, firmo jo Pascual Jordà.
Francisco Viver
Joaquim Salarich
Pre Serra, testimoni
Pascual Jordà, secretari y testimoni.
(Lloch del sello)
Otro pacto, aunque menos solemne y con menos formalidad, hemos hecho con el célebre barbero, a quien no espantan los oficiales con sable, aunque deba afeytarles con su tan segura y pesada mano.
Está obligado a afeytarme cada 8 días, debe afeytar también a padre, si alguna vez se encuentra aquí, y también a aquel señor de Barcelona a quien afeytó algunos meses atrás, en caso que dicho señor venga a verme. La retribución anual es de (no te espantes) diez reales de vellón, o sea, medio duro.
Vamos de corrida a la tuya, porque es tarde y debo arreglar aun el cesto para el boticario.
Dicesme que tanto te divertiste en el bayle particular que con Pepita Palanca fuiste el martes de Carnaval. Es una de las principales alegrías que me has dado. Diviértete, aprovecha un tiempo en que puedes hacerlo impunemente, pues hay pueblos en que es pecado baylar salzar [sic] y en que son criminales otras diversiones inocentes.
Por la mía del 8 has visto asistí, como espectador, a·un bayle cuyo salón estaba iluminado por un candil de una luz, clavado en una espiga de maiz, pendiente del techo. Por este bayle, pues, se han sucitado mil diferencias entre el alcalde, que lo consintió, y el teniente (Serra) que no quería consentirlo por peligroso e immoral. Muchos han sido reprehendidos por el S. rector y si a mi directamente no me ha dicho nada es porqe. no se ha atrevido, pero ma ha hecho entender que no debía terciar con tan baja jente.
Ya sabes que a mi no me gustan saraos ruidosos ni diversiones peligrosas, pero sí me gusta divertirme en el seno de una familia honrada y siento mucho que esto no sea posible en un pueblo que pudiera decirse feudal. Diviértete, alégrate, salta y bayla mientras estás en Barcelona, porque si has de venir a S. Boy no podrás desahogarte en esas diversiones infernales.
Mas me alargaría sobre el particular, pero mi lenguaje sería cáustico y, tal vez, creerías que estoy enfadado o, cuando menos muy triste, cuando ni estoy ni lo uno ni lo otro, aunque, a la verdad, siento esta falta de libertad doméstica que nos impide de obrar si queremos estar bien con los principales del pueblo. Lo que me lo impide es la falta de tiempo. Esta no me permite hoy darte noticia de mis adelantos o de tres diferentes partidos que se me han propuesto y atiende que el más pobre es mucho más rico que tu, aunque buena moza no tanto.
Saluda a tus S.S. padres, tíos, hermanos y demás amigos, sin olvidad al ínclito peregrino. Dile que si quiere venir le daré torreznos, que comería con apetito, porque hace un frío que lo despierta y unas tramontanas que hacen pahir.
Tu dispón siempre de tu
J. Salarich