Dr. Dn. Joaquín Salarich, médico
Bar[celo]na, 8 noviembre de 1845
Mi más querido amigo: decearé saber si los pre[sen]te te ha encontrado bueno, como yo estoy. ¿Cómo te prueba el nuevo estado y cómo lo pasa tu esposa en este país salvaje? Si te quiere vien y si te quiere hacer padre (esto es una curiosidad, nada más).
Supongo qe. en el estado en qe. dejaste mis asuntos decearás o no te sará indiferente saber cómo se encuentran ahora y satisfaré tu curiosidad sirviéndome de desaogo al mismo tiempo la confianza qe. deposito en ti, como mi único y querido amigo.
A·la carta última qe. remití, y tu leyste, reciví en contestación otra en qe. la Sra. continuaba presentándome mil obstáculos, por·la poca estavilidad de mi posición, qe. en cuanto a Suzette, qe. yo deseaba saber cómo pensaba, no se atrebía a decírmelo, pues me escrivía sin conocimiento de nadie, pero qe. ella me procuraría buscarme ocasión para preguntárselo a ella misma. Efectibamente, al día siguiente pude hacerle una declaración, qe. recivió muy muy confusa, pero dijo qe. no le venía de nuevo, pero qe. era cosa qe. dependía de sus padres. Yo respondí qe. ignorando el estado de su corazón era imprudente dirigirse a·los padres. Mas fuímos interrumpidos sin poder yo concluir y, después de dos o tres recíprocamente escritas con la señora, me entregó un papelito en qe., a nombre de Suzette, me aconsegaba de escrivir a sus padres, mas yo respondí qe. antes era preciso qe. supiera por ella misma el estado de su corazón, por·lo·qe. le incluý una para ella a·fin de entregársela y recivir respuesta por escrito o de palabra. Ésta se me respondió qe. no le había sido entregada, a pesar de estar escrita con mucha delicadeza, pero qe. la había demostrado a sus padres, junto con la qe. iva dirigida a la dicha Sra. y me contestó a nombre de sus padres qe. me apreciaban mucho, qe. si su fortuna fuera mayor o más sólida, me entregarían su hija, a·pesar de la poca estavilidad de la mía, mas qe. en la actualidad fuera muy imprudente empeñar compromisos qe. después podían frustrar un revés de fortuna u otros mil incidentes y qe., entonces, sería para todos mucho más sensible. Q[u]e yo podía visitar su casa de cuando en cuando como amigo, qe. si yo hiciera alguna empresa de comercio, fuera para mi solo, pues en caso de salir mal, ellos sentirían mucho, qe. no tenían prisa por ahora para casar a Suzette.
Luego, al día siguiente, me entregó otra, diciéndome qe. Suzette lo sabía todo y qe. con su ayuda me había ella escrito la anterior a nombre de sus padres y ella, qe. tenía las mismas ydeas qe. ellos, qe. podía estar seguro qe. los obsequios qe. recivía de otros (y de qe. yo me demostraba zeloso en mis anteriores, a causa de la inseguridad en qe. estaba de poseer su corazón) no rebajaría en nada el buen concepto qe. yo le merecía, pero qe. mi posición era un incombeniente en la actualidad.
Yo contesté e incluý una para los padres de ella, pues haviendo yo recivido una a nombre de ellos, me parecía natural dirigirles una directamente en qe. les daba las gracias por el favor qe. me hacían y por el buen concepto qe. les merecía. Les decía el placer qe. reciviría si lograba pertenecer a su familia, etc.... y me contestó la Sra. qe. había cometido una grande imprudencia en escrivir en términos tan adelantados, qe. por fortuna no había ella entregado la carta, qe. me devolbía, pues no me daba derecho a tanto la qe. ellos me escrivieron y qe. ya me habían presentado como inconbeniente la poca solidez de mi posición, qe. ellos deceaban un yerno de mis circunstancias, qe. Suzette tenía el corazón libre, pero qe. todo esto no me aseguraba su poseción, qe. me aconsejaba de no frequentar tanto su casa y qe. así les daría más gusto.
Yo contesté una muy larga, en qe. después de escusar mi carta, atribuía su contestación a un pretesto para alejarme de su casa y quitarme toda esperanza y, de consiguiente, qe. esperaba se me hablaría sin rodeos, pues yo deceaba salir de incertidumbres y arreglar mi condupta según la respuesta y la contestación (última qe. he recivido) es: que todos me quieren y se interesan por mi, pero qe. no creen prudente ni por mi ni por ella prometerme su mano hasta qe. mi posición tenga más concistencia, qe. si tengo actividad y valor lo lograré, qe. el pretender más es ser demasiado exigente, qe. debía bastarme la amistad más sincera y el más verdadero interés qe. se toman para conmigo, qe. si ellos no obrasen con previsión, nada les costaría hacer una promesa, pero·qe. ellos obraban con delicadeza y honor, qe. este mismo honor les prescribía el no recivirme más de una vez por semana y qe. me abstenga de alusiones, pues·qe. a Suzette no le gustan galantería, qe. su modestia y reserba no le dejaba escuchar y qe. prefiere conversar conmigo como antes y qe. esté tranquilo en orden a·los obsequios, qe. ella recive de todas partes, pues·qe. se ríe de ellos, así cómo se reýa de los míos y aparentaba no entender, qe. le gusta el bayle, pero qe. no le hacen gracia las galanterías de los jóvenes de salón y qe. lo qe. ella estima es un carácter como el mío.
Reserva, actividad, valor, esperanza. Concluyo la carta.
Por lo dicho podrás formarte una idea del estado de mis asuntos. Yo cada día conozco qe. la amo más, pero, con todo, creo qe. ahun tendría ánimo para dejarla si fuera preciso. Es verdad qe. ahora qe. de un día a otro esperaba un desengaño, estaba de mal humor, pero si lo hubiera recivido me hubiera decidido por la carrera eglesiástica, mas ahora estoy un laverinto y el mismo comportamiento qe. han tenido conmigo me liga más qe. si me hubieran brindado y venido al detrás.
Sin embargo, yo arriesgaré a probar el comercio de pianos y, si algún otro se presenta, y si la suerte me es favorable, seguiré mi destino; si me es adversa, todavía soy a tiempo de retroceder. Me será más doloroso, pero también habré obrado con más tino, pues una determinación tomada ahora podría ser imprudente.
Yo degé adivinar a mi hermano el estado de mi irresolución y, como tu alguna vez le hablas, desearía qe. con mucha política le dejaras maliciar algo, con alguna espreción lanzada como qe. se te escapa y, como es natural, qe. el querrá averiguar, decirle qe. a·ti te comunique mi irresolución, qe. no sabes la causa, pero qe. malicias algo sin nombrarle persona. Esto es para qe. el lo diga a·la madre y esta no sea sorprendida, caso qe. pasara adelante con el tiempo mi matrimonio con Suzette.
Si hay algo de nuevo te lo comunicaré, escríveme entre tanto y procura mantenerte bueno. Espreciones a tu esposa y dispón de tu sincero, constante, único e invariable amigo qe. te ama y B. S. M.,
Bernardo Calvo Puig