María Riera: recivo vuestra carta con mucho gusto y deseo el q[ue] n[uest]ro Señor os restituia muy perfecta salud, pues aunq[ue] me alegre mucho de ver a·mi Margarita, sentí en el alma el saber por ella de q[ue] no gozávais perfecta salud. N[uest]ro Señor os consuele·y yo se·lo sup[li]co q[ue], a·no ser v[uest]ra indisposi[ci]ón, ya me hubiera detenido yo más acá. A Margarita, en fin, en otra occasión será más larga la visita y en recobrando salud vos mesma la podéis traer por acá. En casa todos quedamos buenos, a Dios gracias, y os dan muchos recados y yo estimaré déis mu[cha]s memorias al s[eño]r rector de Balañá de mi parte y ved si se os ofrece algo de por acá, pues sabéis mi fina voluntad y quedo muy agradecida al regalo de los membrillos, que son muy de mi gusto y han venido muy bien tratados y en occasión, q[ue] por aquí no se hallan y, assí, os repito muchas grazias, rogando a Dios os g[uar]de mu[cho]s años. Barz[elo]na y octubre 7 de 1708.
Quien más os estima,
La condesa de Centellas.