J. M. J.
Car[ísim]o padre Fr[ay] Diego Manserrate: hallándome con poca salud, que muchas ocasiones me haze conciderar q[u]e he de morir con brevedad y vexado por la voluntad de Dios veninte años esta parte de muchas imaginaciones con escrúpulo en casi todos pensamientos, palabras y obras que no me dejan sossegar, quedando siempre con sobresalto, temiendo aver ofendido a Dios y aviéndome dio un ministro del Altísimo de Buenas Letras y de buenas costumbres q[u]e me casasse, q[u]e sessarían las imaginacines y lo passaría mejor y, como R. P. estoy yo sin determinación, encogido y cómo si fuesse atado y no sabiendo a dónde poner los ojos, por·ende recurro a v[uestra] p[aternidad] para·que, movido a compassión con sus oraciones inploraría a la Virgen de Monserrate me quite essos trabajos, siendo gusto del Divino Juez que tanto le devo y me inspire, a lo q[u]e v[uestra] p[aternidad] me avisará de lo q[u]e me conviene y, al mismo tiempo, rogando a Dios por mi, que bien lo necessito, q[u]e yo, aunq[u]e indigno con todas veras, quedo suplicando al S[eño]r de infinita clemencia le concede largos años con muchos augmentos e sa Divina gr[acia] coronados de felicidades,
Tona y junio a 2 de 1742
