Vich, 7 de mayo de 1846
Mi querido hijo: un fuerte resfriado me ha tenido dos días arrestado en la cama y tres o cuatro en casa y ahun no me hallo del todo bien, pero confío q[u]e poco a poco me hiré restableciendo. Los demás siguen sin novedad y Antonito se va robusteciendo. Me complace, por la q[u]e escrives a tu madre, de ver gozáis de salud y de q[u]e anelas volver al seno de tu familia. No es menor el nuestro y cuento las semanas y días q[u]e tardaréis en venir, q[u]e D[io]s quisiera pudieses estar en esta el día de tu santo, q[u]e no lo miro imposible si el 15 de junio comenzábais los exámenes, porque me figuro q[u]e serán rápidos por el cansancio de maestros y dicípulos. Mucho me ha satisfecho la indicación q[u]e haces a tu madre, pero D[io]s quiera q[u]e no sea como el año pasado, p[o]rq[u]e ya saves p[o]r esperiencia q[u]e ahun en lo más indiferente hay intrigas.
No estrañes q[u]e no me alargue p[o]rq[u]e no me dejan un momento y tendré q[u]e aprovechar otro correo p[ar]a haceros algunos encargos q[u]e me interesan antes de vuestro regreso.
A Valentín q[u]e se tome esta p[o]r propia y con exp[resione]s dispón de tu padre q[u]e te quiere,
Fran[cis]co