Cervera, 2 sep[tiem]bre de 1846
Mi amado sobrino Luisito: ya digo a tu s[eño]r padre la satisfacción q[u]e he tenido oy al recivo de buestras apreciadas. No porque ubieres dejado de escrivirme he dudado nunca de tu cariño. Sé que no solo me deseas feliz el día de mi s[eño]ra sino todos los de mi vida. Así, no podía tomar a mal que no me lo ubieres dicho, sólo sí tenía cuidado de tu salud en la situación que te dejé quando salí de Bar[celo]na, mas cómo nadie me ablava de ello ni ahun que ubieseis llegado a Vich, pues tu s[eño]r padre no escrivía por sus ocupaciones, no me atrevía a preguntarlo, pero siempre temiendo que no podías averte repuesto tan fácilmente, g[racia]s a D[io]s que veo estás mejor. A Él suplico que te continúe ese fabor y que te aga siempre acordar q[u]e, después de ti, son los demás y que luego inmediatamente es de tus s[eño]res padres tu salud y vida. Los demás son de escalera abajo, tanto perjudica un buen corazón en sierta manera como uno de malo. Vien saves quánto te lo decía y me pesava el no poderte persuadir. Como te valga en adelante no lo sentiré. Vien conoces, amado sobrino, que sólo el cariño que te tengo me lo ace decir. Si en algo me propaso disimúlalo, procura ahora a pasearte, divertirte, casando y pescando, come una trucha para mi, haz con Valentín, que abrazo, divertir a tu padre y tía Teresita, pues me gusta mucho ese país, con buestra compañía. De toda la família ya ablo lárgamente a tu s[eño]r padre y, por ello, verás que estoi sola con Antonet. Ya me gustaría ver el cuarto que han pintado, sólo le faltará en aquella abitación un balcón para estar allá tu madre con toda comodidad. Quando la veas dale un abrazo de mi parte. Recive aff[ec]tos de tu tío Luis, de Antonet, teniendo la complacencia de repetirte que te ama con todo su corazón, tu tía,
Cristina