Mi amado hijo Luis: con indesible gusto recibí ayer tu apreciada por ver buestra buena salud de cuyo veneficio logramos nosotros, g[racia]s a Dios, hallándose ya bien Pilar y un poco mejor tu tía. Ahora solo te escrivo para q[u]e digas a d[oñ]a Fran[cis]ca Basa q[u]e, en·cuanto a·lo de la muestra q[u]e me enbía, te diré q[u]e si se hallaba otra más buena de cualidad, me gustaría más, pues este la encuentro muy flaca, pero si no se halla de otra tomaría de ésta y me dice tu tía Teresita q[u]e en la calle de S[a]n Pablo hay un[a] fábrica de mosulinas de lana, pero q[u]e no save si ne hacen de negra y se podría mirar.
Tu madre no pueda concluir respe[c]to q[u]e Antonito tiene dolor de barriga y le ha de dar de mamá y, habiendo benido yo a·comer por ser el digous llarde, a·pesar de no allarme bien y no salir de casa, pero como es tan serca, hemos querido pasar estos días juntos.
Hayer recibí la [tuya] y estrañamos no hubieseis encontrado una carta en el cesto.
De tortillas había media dosena y de salchichones 4 de grandes, es decir, una de cada calidad, para·q[u]e las probaseis.
Si no hubieseis estado en casa de huéspedes ya os habriamos enbiado más de lomo y costilla. Tu madre nos dijo no queriais.
Creo ya sabreis la muerta del s[eño]r José Portell, q[u]e en paz descansa.
Sin más tiempo.
Espreciones de buestros padres, tío, Pilar y hermanos, dándoles a los amigos y, en particular, a Velentín, dispuniendo de tu tía q[u]e de veras te ama.
Teresa de Déu
P.D.: El cesto lo entragareis a Pedro Armangol, q[u]e es el q[u]e nos enbiaron el verano con las peras y taparás.
La Cristina Rocafiguera ba bien. Ya se labanta.