Barcelona, 2 de setiembre de 1848
S[eñ]or d[o]n Luis de Ferrer
Muy s[eño]r mío y amigo: estrañará V., sin duda, que haya estado nueve días en esta ciudad y no haya tomado la pluma para dirigirle cuatro palabras siquiera, pero, amigo, mío, tanto como me probaba bien Vich me prueba mal Barcelona. A los 2 días de haber llegado aquí me cogió un resfriado con calentura que me ha tenido cuatro días en cama, triste y acordándome de mi... A esto se une la mudada que tenía he tenido q[u]e hacer de habitación, q[u]e me he ocupado dos días en continuo movimiento. Espero que estas razones serán bastante para convencer a V. que no lo he hecho por falta de voluntad y sentiría infinito que V. creyese q[u]e la amistad que le profesaba se ha enfiado con la separación, pues siempre quedarán grabados en mi corazón los favores y atenciones que V. y toda su familia tuvieron la bondad de prodigarme.
Dígale V. a Valentín q[u]e tome esta por suya hasta luego q[u]e le escribiré separadamente, que he ido a buscar la sombrerería y no la encontré, pues se habían mudado. Después supe dónde estaba, q[u]e es en la calle de Fernando, esquina a la plaza de S[a]n Jayme. Fui allá y me contestaron q[u]e nunca habían tenido hongos color de canela como el de Llinás, de modo q[u]e no sé q[u]e hacer ni dónde encontrarlo.
¡Ay amigo mío, qué triste está Barcelona! Por las noches me voy al testro, q[u]e es la única diversión, y allí me ahogo del calor, de modo q[u]e si no tuviera tanto como tengo q[u]e hacer en este mes, me iba a pasármelo a Vich, para mi tan divertido. Dígale V. a Ig... q[u]e no puedo ni respirar, por_q[u]e me falta ella, que para mi es el aire; q[u]e estoy privado de la vista, por_q[u]e dejé mis ojos en Vich para que continusm[en]te la estuviesen mirando; y, por último, q[u]e no puedo vivir sin aire ni sin vista y que ella al fin me arrancará la vida después de haberme desgarrado el corazón. Esto se lo dirá V. con fuego como yo lo escribo o bien lo siento.
Y V., Luisillo, ¿q[u]é tal? ¿La señorita Joaq... le endulza con sus palabras de consuelo los tristes ratos de ocio? ¿Su linda boca no ha pronunciado aun el sí q[u]e V. quizás no ha pedido, pero qe. seguramente desea? A esto me estoy esperando qe. va V. a contestar sí, sí, sí, todo todo esto ha pasado, por Quima deseo la vida, sin ella prefiero la muerte.
Dígale V. a Amezaga q[u]e no le escribo por_q[u]e no sé dónde está y cuándo vendrá.
Inmediatam[en]te que llegué le llevé las dos cartas al papá de V. y estuve un buen rato hablando con él de la industria catalana.
En fin, amigo, no puedo ser más largo por_q[u]e el papel se me acaba. Cuando V. me escriba dirija la carta a la calle del Alba, nº 13, p[is]o 3º.
Démele V. un beso a cada uno de los chicos, un abrazo a Valentín, póngame V. a los pies de d[oñ]a Antonia y Pilarita y reciba V. la seguridad del afecto q[u]e le profesa su seguro servidor, q[u]e b[esa] s[iempre] s[u] m[ano],
José Ramón Boza
Espresiones
Se las dará V. a todos los de casa Vilar, al capitán Romero si está aun en ésa, a los de casa Fontordera, a los de casa Ferrés, a Amezaga y a todos los demás conocidos q[u]e preguntaren por mi.