Querido Luis: desde casa Sellés te escribo la presente para acusarte el recibo de las dos q[u]e recibí, pues desde las nueve de la mañana q[u]e estoy en esta casa p[ar]a ayudar a mi querido Manuel, participando a todo los parientes y amigos la muerte de nuestro idolatrado tío y, así, no estrañes q[u]e sea lacónico, pues hoy he escrito 29 cartas y son las 7 de la noche, q[u]e estoy rendido.
Mucho he sentido esta pérdida, estando yo en ésta para restablecerme, pues hace dos o tres q[u]e no me encuentro del todo bueno, pero q[u]e, a Dios, no es cosa mayor, sino natural como estamos ambas familias por d[ic]ha pérdida.
Gracias a Dios veo por ahora q[u]e el padre no ha tenido el dolor, cosa q[u]e me hacía estar con mucha sosobra, atendida su delicada naturaleza.
No te hablo nada de tu perra y, cuando nos veremos, ya te lo esplicaré, q[u]e en la actualidad no estoy para nada.
Dirás al padre q[u]e se tome ésta por propia y tú dispón de tu hermano q[u]e de veras te ama,
Valentín
Vich, 25 de octubre de 1850