Mataró, 10 junio de 1826
Amada tía: hasta aquí he llegado feliz[men]te, pero no sé si la lluvia me detendrá. Ayer la tuve por el camino, q[u]e nos tuvimos q[u]e quedar en ésta por el mal tiempo. Las aguas son en abundancia. Toda la noche ha llovido, pero de un modo u otro creo llegar hasta Arenys y, si puedo, llegaré a Tordera p[ar]a el asunto consabido.
Suria me dixo si le quería pasar cuentas y le respondí q[u]e si me daba lugar se las tomaría, con q[u]e veremos lo q[u]e V. alcanzará. Manténgase buena y mande a su sobrino q[u]e la ama y b[esa] s[us] p[ies],
Miguel Martín
[P.D.]: Me olvidé las llaves de Arenys, pero no creo tenerlas menester. En fin, lo veré. Dé V. el adjunto papelito a d[oñ]a Pepa.