Berga, d[iciem]bre 1 de 1818
[Nota]: Escrivo oy por cer manyana la bitse [sic]
Querido hijo mío: tengo resividas tus tres cartas, la una el biernes, q[u]e me causó nobedad por ber su tardanza i se esplicó la bieja q[u]e mandé, la q[u]e tenía tres anyos asse. El otro biernes le mandé por todo i·me dijo no abía i·des_pues este biernes, q[u]e le mandé i yo me metí dentro el confitero Agustí, donde estava también la·de monsiur, q[u]e siente no estubiezes, i yo también. En la q[u]e dizes del dinero te diré q[u]e abrás de comprar calzones, ya q[u]e no tienes. Te diré q[u]e yo necesito bestido·negro, q[u]e saves no tengo mantilla. Si se allava una de barata o beli [sic] encajes, la mantilla aún podría servir. Yo ya te quería mandar como saves, pero Diego no me a prestado, pues dijo no tenía bastante en esa para trocarlo. Yo pienzo q[u]e lo q[u]e penzó ella, q[u]e el trigo no se bende i q[u]e no se lo bolbería, a·más q[u]e tengo q[u]e dar todo lo q[u]e ay en esta por la cara i q[u]e ya están las maderas no sé quantas al molino. Por fin a·benido el ser[r]ador i me a·dicho fueze allá un carpintero a·ber cómo estavan, si eran buenas. Le e·dicho q[u]e puede mañana no querían ir. Emos quedado q[u]e lo dijieze Diego i ve·ido q[u]e yo me ido a·la nobena i, después en caza Gipble, a·ber cómo iban las ruedas de fuega después de aber acompa[n]yado a·San Nicolás, a·[a]bido muchas ruedas, q[u]e todas an ido bien quetes [sic], tanbién en alto i lado, un quete ido, después de la pared, del lado, ido rodando en caza Pastor, donde estava la Úrsula, no se si se a·[a]sustado, pues no la e·bisto. De las caveta[s] me ablas. Puede las guardara. Respe[c]to de las q[u]e me dió un capellán en La Bisbal, ya están nasidas. Solo temo los ratones, q[u]e todas las demás flores se me an comido, con unos oyos q[u]e azen más largos, q[u]e todo lo inundan. Agar[r]é tres, todas dentro la ratera rodonda i de rabia se mataron. La una abía respirava un poco. Esta notxe pazada la bieja fue a·tapar las tórtolas, pues azeia un frío fuerte. Dejó el trapo largo, subieron i oy [he] encontrado q[u]e se abían comido los güevos i el trigo como salvado, q[u]e ya abían comido el trigo muchas bezes i los güevos otra, con todo q[u]e aora está la jaula en el aire, con una rueda. No ay más q[u]e ascer, q[u]e tu me llevas la una i q[u]e te llevas esto el gato, tan bueno ya no lo encontré. No sé lo q[u]e tiene de berdad q[u]e dijieron q[u]e la María Antona lo abía muerto. Dios se lo pag[u]e. Abía cobrado 2 i la bieja me dejó escapar uno, q[u]e ya enpezava a·pescarlar no puede estar muy lejos de caza, pues seg[u]ía [a·uno e otro es negro. Es de S[a]nt Fransisco. Pareze será bueno. Es pequeño todabía. Era muy fiero, pero aora ya se amanza. Tu bien me das notisias de mi Luiza, las q[u]e son dudosas. Yo tube carta de Pedro dende Sibilla. Era del setienbre, sin día, en q[u]e me·dize que a·tenido la fatal notisia de ir a Buenos Aires i q[u]e no repoza tres día aze penzando a·de dejar su adorada Luiza i otros requiebros, q[u]e es más falzo q[u]e Judas i q[u]e aora tenía esperanzes para ir a·Gerona por ayudante i q[u]é consejo le dava yo en dejar el enpleo. Le respondí todo al contrario, afeando lo q[u]e él desía. Pedía dinero, pues dize no los pagan. Me escrivió otra por octubre diciendo no le abía contestado, otra después disiendo lo mismo, dende el puerto disiendo q[u]e todos los parientes lo an olbidado, q[u]e ni la pensión ce le dá, q[u]e lo abía escrito a·Fargelly y Fargelly ya·se·lo dijo i últimamente de abía dicho a·ece·s[eño]r q[u]e el domingo i 20 8 días q[u]e se los llevaría i no conparezió. Aiyer me pidió otro papel del estabble[ci]miento de la·aqua de Baelly. Le respondí q[u]e tenía el día ocupado. Los otros aún los tiene Diego. En esta última q[u]e me escriva Perico me renueva toda su bileza. La Luiza nada deve saver en sus cartas, q[u]e si save algo de los disparates dise se a·de morir de pena. Dize q[u]e el día antes de irze [a] América los a·de degollar a·todos i·q[u]e sienta q[u]e Anita esté a esta ya aría lo mismo, porq[u]e no cadara raza de él, por-no saver q[u]e están a·la última miseria, pues no pueden salir de caza por desnudos. De Luiza tenía antes q[u]e esta última de él i me dize si q[u]e están con mucha pena, q[u]e no los pagan ni Felipe les manda i q[u]e ya espera la ora de su parto para berze con los desengan[n]yos q[u]e debe i apuros con él, deceando su muerte i·yiendo tarde a comer i a·cenar, q[u]e se dize q[u]e el bente ban a·Cadis. Otra bes la pobre su mentida lloraza siempre. Quenta tu quanto centimiento tengo, penetrada de dolor me dize si le podré mandar algún dinero por quanto pare por gallinas i aszer algún panyo por él, pues nada tiene. Otro día te responderé a·las 2 otras, las q[u]e resiví por el correo i la q[u]e entregaron aursuca [sic] el mismo día q[u]e yo se lo izo desir q[u]e pidriero [sic] la alegría de Roca_fort isaª es grande, pues me·dijo la s[eño]r[a] q[u]e aora irían a Madrid para la 1ª ban·bien, sino q[u]e Roca_fort·aun le duele algo la boca i está llegon de cortes a·la cara i caveza, pero se levanta. Les daré tus recuerdos. Siento el catar[r]o de d[oñ]a. G[racia]s a·la Merzé. Me dirás si le gustará pa[n]yelo de roza si de madras.
La comedia aun no se·ará, pues las pinturas están echas, los bancos no. Oy dizen abrá baile allá. Si tu piezes la rebulazión ay te aturdieres entre unos i otros.
Tu madre q[u]e te ama i ber dezea con mucho frío, lodos i llubias. Pareze se serena.
Úrsula Martín y Asprer